Tras los magros resultados financieros de su película Fantasía (1940), Walt Disney le solicitó a su equipo de animadores que ahorraran el mayor tiempo y dinero en la realización de su siguiente cinta, Dumbo. Ésta comenzó a producirse a comienzos de 1941 y, tan solo unos meses después, fue estrenada en Estados Unidos, convirtiéndose en un fenómeno de público —en medio de una época marcada por la Segunda Guerra—, sumando en taquilla más del doble de lo que se gastó en su realización.
Un éxito comercial que fue avalado por la cálida respuesta del público y la crítica a la historia simple y conmovedora de un pequeño elefante de circo, que es separado de su madre y además encara las burlas que provocan sus inmensas orejas. La misma que casi ocho décadas después, en medio de la oleada de películas Disney en acción real que reviven sus clásicos animados, es revisitada bajo la dirección de Tim Burton, quien estuvo detrás de la actualizada versión que el estudio ofreció de Alicia en el País de las Maravillas de 2010.
Un desafío no menor, ya que el cineasta detrás de títulos como El Joven Manos de Tijera debía convertir un relato de una hora, más emparentado con el cortometraje, en una película promedio, es decir, de alrededor de dos horas, enfocada en el público familiar.
Para esto disponía de un guión escrito por Ehren Kruger —quien ha estado detrás de tres cintas de la saga Transformers— y el trabajo actoral de habituales de sus películas, como Danny DeVito, Michael Keaton y Eva Green.
Una “nueva” historia
El escenario de este relato, que entretiene, pero no maravilla, es el circo de los hermanos Medici, cuyo propietario es solo un Medici llamado Max (Danny DeVito), desde que la compañía abandona Florida para tomar rumbo a bordo de su tren a distintos pueblos del interior de EE.UU. de la segunda década del siglo XX. En una de sus paradas, los artistas son testigos del regreso de uno de los suyos: el experto en equitación Holt Farrier (Colin Farrell), quien vuelve tras haber combatido y perdido un brazo en la guerra en Europa.
Los más felices son sus hijos, la despierta Milly (Nico Parker) y su hermano menor Joe (Finley Hobbins), quienes hace poco sufrieron la pérdida de su madre a causa de la influenza. Pero la tragedia no puede desarmar a la familia y, a causa de su discapacidad y que sus caballos hayan sido vendidos, Farrier acepta trabajar como cuidador y entrenador de los elefantes. Una labor que coincide con la adición de un nuevo miembro: un recién nacido que posee unas gigantescas orejas.
Así, la historia del pequeño paquidermo se une a la de los Farrels como el punto inicial de una narración que deja atrás la encantadora simplicidad del filme animado original, ampliando su escenario como también sus personajes y la complejidad de su desarrollo. Donde, como es de esperar, también se hacen presentes elementos habituales de las realizaciones de Burton —con espacios sombríos y algo góticos, máquinas de un futuro pasado y la música de Danny Elfman—, como también la corrección política que abunda en los últimos trabajos con el sello Disney, y que ahora pone sus ojos en el buen trato a los animales.
Dirección: Tim Burton
Protagonistas: Colin Farrell, Eva Green, Danny DeVito, Nico Parker, Michael Keaton
Género: Aventuras
Edad: Para todo espectador