Por Lya Rosén

Hace 15 años, El diario de Bridget Jones, el best seller de Helen Fielding que reunía las columnas que ella escribió para el diario The Independent, llegó al cine. De manera casi inmediata, la comedia dirigida por Sharon Maguire se convirtió en una de las piezas claves de la carrera de la actriz estadounidense Renée Zellweger, y su personaje, la soltera Bridget, pasó a ser una de las inusuales heroínas del cine reciente.

Y tras el mal paso dado con la segunda película basada en las novelas de Fielding, Bridget Jones: al borde de la razón, la vivaz londinense está de vuelta con una aventura que complacerá a sus ya maduras seguidoras y no defraudará al público en general. Aquí la vemos traspasando los 43 años y en una situación similar al primero de sus filmes: soltera y pasando la noche en su departamento del barrio de Borrough Market. Sin embargo, su espíritu y suerte laboral parecen ser otros, ya que decidió darle vuelta a la página del mal amor -léase su fallida relación con Mark Darcy (Colin Firth)- y trabaja como productora de un programa de televisión.

Pero el destino le tiene preparado un nuevo desafío: un embarazo no programado y la consiguiente duda de quién es el padre del niño por nacer. Esto, luego de que Bridget pasara la noche con el atractivo estadounidense Jack Qwant (Patrick Dempsey), en medio de una alocada y embarrada visita a un festival de música, y, por la misma fecha, haya tenido una pequeña recaída con su ex, el trabajólico Mark.

Titulo Original: Bridget Jones’s Baby
Género: Comedia
País: Reino Unido/ Irlanda/ Francia / Estados Unidos
Año: 2016
Director: Sharon Maguire
Guión: H. Fielding, D. Mazer
Reparto: Renée Zellweger, Colin Firth, Patrick Dempsey

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