En 1903, inspirado por su viaje a Klondike -el escenario canadiense de la denominada Fiebre del Oro-, el escritor estadounidense Jack London publicó La Llamada de la Naturaleza, la novela que le traería fama y fortuna al narrar la historia del perro Buck en el Yukón.

Más de un siglo más tarde, la figura de Buck y su aventura visitan nuevamente la pantalla grande -tras versiones como la de 1935 con Clark Gable o la de 1972 con Charlton Heston-, en una mirada donde su perruno protagonista está hecho completamente por animación digital.

Una arriesgada apuesta dirigida por Chris Sanders, realizador de cintas animadas como Lilo & Stitch y Cómo Entrenar a tu Dragón, a la que se suma Harrison Ford en el rol de John Thornton, la figura no-canina del relato fílmico que en la novela es solo uno más de los humanos que se cruzan en el camino del animal.

A este perro se le conoce en los primeros segundos del largometraje, cuando vive en California como la mascota de un importante juez local. Sin embargo, su imponente figura, mezcla de san bernardo y collie, llama la atención de un hombre que sabe que en el norte del país necesitan canes como él y pagan muy bien por ellos.

En medio de la noche, Buck es robado y enviado lejos de la comodidad de su casa. Tras un largo viaje, donde aprende a obedecer las órdenes de humanos muy violentos, el asustado animal llega en un barco hasta la apartada entrada al Yukón canadiense.

Y aunque aquí su destino se cruza momentáneamente con el de Thornton (Ford), Buck es comprado por Perrault (Omar Sy) para que se sume al grupo de perros que tiran del trineo con que él, en compañía de Françoise (Cara Gee), entrega el correo a través de la salvaje y hermosa región.

En compañía de su nuevo grupo de camaradas de cuatro y dos patas, Buck comienza a descubrir su lado más salvaje y ancestral. Una faceta que más tarde será clave para sobrevivir en medio de la naturaleza y ayudar a Thornton a realizar un sanador viaje.

Humanos y animales digitales

Y aunque el escritor estadounidense Jack London es considerado uno de los pioneros de la literatura de ficción, con seguridad ni remotamente pasó por su cabeza hace más de un siglo que su Buck tendría alguna vez una versión hecha completamente con tecnología.

Una interpretación digital que con seguridad será aceptada sin ningún problema por los espectadores más pequeños, que forman parte de una generación habituada a los animales dibujados por computadores de recientes películas en “acción real” de Disney, como El Libro de la Selva o Dumbo.

Sin embargo, los adultos con seguridad tendrán un pequeño reparo con esta versión de Buck, que logra generar simpatía a lo largo del largometraje, pero no alcanza el nivel de animación y credibilidad de los peludos protagonistas, como por ejemplo, de la nueva El Rey León.

Uno de los puntos más destacables de esta La Llamada Salvaje es la bella reconstrucción de los paisajes del Yukón, tanto en pleno invierno como en época estival, a cargo del premiado director de fotografía polaco Janusz Kamiński, responsable de la fotografía de todas las películas de Steven Spielberg.

También resalta la presencia de Harrison Ford como Thornton, dotando a este hombre que todavía no se sobrepone a la muerte de su único hijo, y ha buscado refugio a su dolor en un agreste rincón de Norteamérica, de una remarcable calidez.

DIRECCIÓN: Chris Sanders

PROTAGONISTAS: Harrison Ford, Omar Sy, Cara Gee, Dan Stevens, Karen Gillan

GÉNERO: Aventura/Animación

CALIFICACIÓN: Para todo espectador