A fines de 1988, llegó a las salas de cines de Norteamérica, y más tarde a las del mundo, Child’s Play -acá conocida como Chucky: El Muñeco Diabólico-, cinta que presentó a los fanáticos del terror a uno de los personajes que con el correr de las décadas se convertiría en una gran figura del género, junto a nombres como los de Freddy Krueger, Jason Voorhees y Michael Myers.
Su nombre era Chucky y fue creado por el guionista Don Mancini cuando estudiaba cine en la Universidad de California y, marcado por el consumismo imperante y su desagrado por unos de los juguetes más vendidos por esos años -los Cabbage Patch Kids-, ideó al muñeco de pelo rojo y jardinera.
El mismo que luego del exitoso largometraje original, donde convirtió en pesadilla las vidas del pequeño de 6 años Andy (Alex Vincent), su madre y todos quienes los rodeaba, pasó a protagonizar otras seis películas.
Décadas más tarde, Chucky está de vuelta en una realización donde ya no está presente la magia vudú, que permitió que el alma del asesino serial Charles Lee Ray (Brad Dourif) pasara a un muñeco Good Guy, sino que los avances tecnológicos de estos tiempos.
El relato se inicia en las instalaciones en Vietnam donde la compañía multinacional Kaslan fabrica sus muñecos con inteligencia artificial. Aquí, en venganza por su despido, un operario reformatea el chip de una de las figuras y desactiva todos sus protocolos de seguridad.
Poco después ese juguete Buddi -con la voz de Mark Hamill- llega a Chicago y a las manos de Andy Barclay (Gabriel Bateman), un chico sordo de 13 años que hace poco se mudó con su madre, Karen (Aubrey Plaza) a un nuevo barrio. Ante la soledad de su hijo, Karen le regala el muñeco que consiguió de segunda selección en la tienda en que trabaja para que le haga compañía.
Adaptándose a los nuevos tiempos
En su nuevo hogar, Chucky comienza a obtener información desde la “nube” informática, como también de su entorno, donde le llaman poderosamente la atención los cuchillos y la violenta cinta de terror que ve junto a Andy. Y tomando en cuenta las quejas de este último sobre el gato de la casa y el novio de su madre, decide eliminarlos.
Así el muñeco comienza su escalada de violencia, y es generador de sangrientas escenas, en un giro acorde a los tiempos, donde la inteligencia artificial y la conexión digital son sus aliados. Un remake que además mantiene viva una de las características claves de la saga original: un muy oscuro humor.
DIRECCIÓN: Lars Klevberg
PROTAGONISTAS: Gabriel Bateman, Aubrey Plaza, Brian Tyree Henry, David Lewis, Mark Hamill
GÉNERO: Terror
CALIFICACIÓN: Para mayores de 14 años