El Planeta de los Simios: Confrontación
Muchos de los adultos de hoy, adictos a espacios de la antigua TV criolla como Cine en su casa o Tardes de cine, tuvieron la oportunidad de ver cuando niños la primera película basada en la novela El planeta de los simios, de Pierre Boulle. Una cinta de 1968, donde Charlton Heston interpretó a un astronauta que llega a un planeta dominado por simios parlantes, con una escena final que dejó impactados a varios de los pequeños televidentes de entonces y donde, en medio de la playa emergían los restos de la Estatua de la Libertad.
El largometraje se convirtió en un clásico de la historia del cine y que originó una saga fílmica, series, novelas, cómics y videojuegos.
Una gran lista de “subproductos” que todavía no respondía a la pregunta sobre cómo los simios se habían transformado en la especie dominante. La interrogante comenzó a dilucidarse en 2011, con El planeta de los simios: (r)evolución, donde un científico que buscaba una cura para el Alzheimer, dota de inteligencia a la cría de chimpancé César (Andy Serkis). Diez años después, éste es el líder de un grupo de simios que hizo de los bosques en las afueras de San Francisco su hogar y es el protagonista de El planeta de los simios: confrontación, que despeja aún más las dudas sobre el poderío primate.
Este largometraje muestra qué sucedió con César y también con los humanos, quienes vieron diezmado su número por un virus y ahora se esconden en un edificio de la ciudad, con Dreyfus (Gary Oldman) como su jefe.
En este refugio, los humanos tienen múltiples necesidades, en especial la de energía eléctrica, razón por la que Malcolm (Jason Clarke) idea volver a territorio primate y hacer funcionar una pequeña hidroeléctrica. Con esta misión, Malcolm confronta a César y le plantea una tregua entre las especies.
Titulo original: Dawn of the Planet of the Apes
Dirección: Matt Reeves
Elenco: Andy Serkis , Jason Clarke, Gary Oldman
Calificación: Para todo espectador mayor de 7 años
Tecnología,no maquillaje
César (Andy Serkis) no se disfraza ni lleva maquillaje en esta cinta. Para eso, se usó una técnica llamada “captura de movimiento” y que consiste en ponerle sensores a su cuerpo y enviar datos de sus movimientos a un computador, que luego se usan para construir su personaje. Lo hizo así para El señor de los anillos, donde encarnó a Gollum.
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