A sus 77 años de edad, Brian Reader (Michael Caine) disfruta de una acomodada existencia junto a su esposa, Lynne (Francesca Annis), quien le hizo prometer que no volvería a su faceta de ladrón. Pero la inesperada muerte de esta última y el reencuentro con viejos colegas, lo hacen recordar los viejos tiempos.

Pero es la aparición en su casa del joven Basil (Charlie Cox) la que hace que Reader reconsidere seriamente el volver al ámbito criminal. Éste es un experto en tecnología que tiene acceso a un depósito de seguridad en el distrito londinense de Hatton Garden, donde se encuentran muchas de las joyerías de la ciudad, por lo que en su bóveda se guarda dinero y también joyas y diamantes.

Tras reunir a Basil con los veteranos ladrones Terry Perkins (Jim Broadbent), John “Kenny” Collins (Tom Courtenay), Carl Wood (Paul Whitehouse) y Danny Jones (Ray Winstone), Reader planifica el robo. A la caja de seguridad, que se encuentra en el sótano del lugar, accederán durante el fin de semana de Pascua de Resurrección y, mientras Collins vigila desde otro edificio, Basil cortara las alarmas.

Sin embargo, la principal labor vendrá después de que Terry, Carl y Danny hagan un gran orificio para entrar a la bóveda, instancia durante la cual el primero de ellos tiene una pelea con Brian, quien decide alejarse del lugar. En su ausencia, Basil y Danny concretan el robo de más de £14 millones (más de US$ 17 millones) en distintas especies de valor.

Un elenco de primera línea para un relato poco logrado

El director James Marsh (La Teoría del Todo) se unió al guionista Joe Penhall (La Carretera) para llevar a la pantalla la historia real de un grupo de veteranos ladrones que en 2015 efectuaron uno de los mayores asaltos de la historia de Gran Bretaña. Un caso que ya había inspirado otros largometrajes, como One Last Heist (2017), y la serie Hatton Garden.

Y aunque en algunos momentos la cinta adquiere un muy buen ritmo, el resultado final queda muy lejos de los trabajos antes realizador por su director y guionista, deambulando erráticamente entre el suspenso y la comedia.

Sin embargo, siempre será un agrado ver las actuaciones de quienes conforman su elenco, todas grandes figuras del cine y el teatro británicos, que además interpretaron en más de una ocasión a un criminal a lo largo de sus extensas carreras, como Caine, en The Italian Job y Asesino Implacable, y un joven Courtenay en el clásico de los 60 de Tony Richardson, La Soledad del Corredor de Fondo.

DIRECCIÓN: James Marsh

PROTAGONISTAS: Michael Caine, Charlie Cox, Jim Broadbent, Tom Courtenay, Ray Winstone

GÉNERO: Suspenso/Drama

CALIFICACIÓN: Para mayores de 14 años