Aunque su número de realizaciones como director de largometrajes supera por poco la media docena, Pablo Larraín ha logrado consolidarse como una de las figuras claves del cine chileno reciente; como también del cine internacional con películas como Neruda y Jackie, esta última su primera cinta hollywoodense y en inglés.
Con Ema, Larraín retorna a suelo nacional, específicamente a las calles de Valparaíso, para mostrar la historia de una amante del baile que al parecer no tiene muy claro lo que quiere en la vida. Su nombre, como es de suponer, es Ema (Mariana Di Girolamo) y está casada con Gastón (Gael García Bernal), un coreógrafo mexicano avecindado en el puerto que es varios años mayor que ella.
Poco a poco se va conociendo su extraña relación como pareja, al igual que el traumático paso que hace un tiempo tuvieron que dar, luego de que su hijo adoptivo, Polo, prendiera fuego al pelo de una de las hermanas de la muchacha, dejándola con graves heridas. Después de devolver al niño al Sename, la pareja continúa viviendo y trabajando juntos en una compañía de baile local.
Pero cada uno de sus instantes a solas se convierte en una sucesión de reproches ante su respectiva actitud con el pequeño, ya sea en los días en que compartían como una disfuncional familia, como también después de devolverlo. Paralelamente, ella encuentra algún consuelo en su grupo de amigas y en el reggaetón, y en su piromanía en ascenso, que libera con un lanzallamas.
Sin embargo, la joven, como se irá develando poco a poco a través del metraje, no es tan ingenua como parece y ha comenzado a trazar las líneas del futuro que desea. Al que lentamente, con el baile y el fuego –ese que quema, pero también limpia- como ingredientes esenciales, se irán sumando personajes que serán seducidos por su sensualidad y descaro.
Música y seducción en las calles de Valparaíso
Con los paisajes de Valparaíso enmarcados por la bella fotografía de Sergio Armstrong como su escenario, además de la hipnotizante música de Nicolas Jaar, Larraín da un paso más allá de los tópicos de sus últimas películas, dejando atrás a las figuras de la historia chilena y estadounidense, adentrándose en la ficción de un mundo tan cercano y tan lejano a la vez.
Uno donde la figura de Ema es el eje de pasajes que al parecer no tienen relación, pero que finalmente son parte de un gran engranaje, hipnotizante y desconcertante al mismo tiempo. En el que las piezas van encajando, poco a poco, de manera casi perfecta, gracias a la solidez de un elenco donde Mariana Di Girolamo se ubica, con justa razón, en el lugar de preponderancia.
DIRECCIÓN: Pablo Larraín
PROTAGONISTAS: Mariana Di Girolamo, Gael García Bernal, Santiago Cabrera, Josefina Fiebelkorn, Giannina Fruttero
GÉNERO: Drama
CALIFICACIÓN: Para mayores de 14 años