Hace varias décadas que Hollywood buscaba adaptar este exitoso musical de Broadway, de 1987. Finalmente, fue Disney el que logró ganar la partida bajo el mando de un conocedor del género, como el director Rob Marshall (Chicago), y con un elenco en el que destaca el desplante de Meryl Streep. Ella encarna a una resentida bruja, un rol que la tiene nuevamente nominada al Oscar en la categoría de Mejor Actriz de Reparto.

La bruja es el centro y el detonante de un relato en el que se entremezclan varios cuentos de los hermanos Grimm -como Caperucita Roja, Rapunzel, La Cenicienta y El pequeño Jack y sus habichuelas mágicas- y la historia de un panadero y su esposa, quienes han sido maldecidos por la antagonista para que no puedan tener hijos.

Pero la oscura hechicera les da una oportunidad: si en las profundidades del bosque consiguen una capa roja, una vaca blanca, un zapato dorado y un mechón de pelo rubio, les quitará el embrujo. La misión se complica, porque ninguno de los mencionados son fáciles de conseguir.

Para que le quede claro el estilo de la cinta, tiene que saber que acá los diálogos se alternan con canciones, algo que hace que el relato porte inocencia, como un clásico de Disney. Eso sí, tiene también escenas con algunos toques irónicos, como el retrato que se hace de unos príncipes insoportablemente cursis.

Es en esos momentos en que el filme ofrece sus mejores momentos y lo salvan, en parte, de un desenlace que se alarga en demasía y que se esmera innecesariamente en dar un mensaje edificante.

TÍtulo original: Into the woods
Dirección: Rob Marshall
Actores: Meryl Streep, Emily Blunt, James Corden, Anna Kendrick, Chris Pine, Johnny Depp.
Calificación: Todo espectador mayor de siete años.