Desde que leyó el artículo de la revista New York sobre un grupo de bailarinas nocturnas que se habían apoderado del dinero de ejecutivos de Wall Street, la guionista, realizadora y actriz Lorene Scafaria (Buscando un Amigo para el Fin del Mundo) decidió llevar su historia a la pantalla. Sin embargo, esto no sería tan fácil.
Un par de años después de convencer a los ejecutivos de Annapurna Pictures de ser parte de su proyecto, la productora le comunicó a Scafaria que dejaría la película ya que dudaban de su éxito en taquilla. Un poco después, para suerte de todos los que ya estaban involucrados en su pre-producción, STX Films se sumó como distribuidora.
A pesar de los baches en el camino, Estafadoras de Wall Street finalmente estuvo lista para contar una historia que transita entre 2007 y 2014, este último el año en que la periodista llamada Elizabeth (Julia Stiles) entrevista a Destiny (Constance Wu), quien se llama en realidad Dorothy, sobre el caso criminal que protagonizó junto a Ramona Vega (Jennifer López).
Así el relato ahora se ancla siete años antes, cuando Dorothy llega a trabajar a un club nocturno neoyorquino para costear su vida y también ayudar a su abuela (Wai Ching Ho). Entre sus compañeras de labor se cuenta Ramona, una veterana y exitosa bailarina que tras conocer a esta novata decide tomarla bajo su protección.
Lo primero que le enseña es cómo bailar de la mejor manera y que los clientes del local, mayoritariamente hombres de Wall Street, se dividen en tres tipos: los inseguros que gastan poco, los visitantes habituales y los hombres de negocios dispuestos a entregar muchos dólares en una sola noche.
La sociedad les da grandes dividendos hasta que llega la crisis económica de 2008 y el dinero comienza a ser cada vez más difícil de obtener. Pero Ramona tiene una idea que podría arreglarlo todo: estafar a sus acaudalados clientes, plan liderado por ella junto a Destiny y al que suman a Mercedes (Keke Palmer) y Annabelle (Lili Reinhart).
Crimen y amistad
Con los personajes de Destiny y Ramona como su eje, Scafaria va dibujando un relato que por una parte recrea el caso criminal que se reveló en junio de 2014, cuando sus verdaderas protagonistas -Samantha Barbash, Roselyn Keo, Karina Pascucci y Marsi Rosen- fueron apresadas por la policía de Nueva York.
Pero por el otro, el fuerte vínculo que nace entre estas mujeres, en esencial la amistad entre Destiny y Ramona, donde esta última es una figura casi maternal para la segunda. Personajes a cargo de López y Wu que poseen una poderosa química, y que van más allá de la caricatura de las bailarinas nocturnas que hasta ahora el cine ha mostrado.
Ellas se presentan como mujeres hermanadas en la necesidad, que ven una salida a sus problemas engañando a hombre poderosos que las tratan como objetos. Mujeres con familias y compromisos que acá presentan sus distintas facetas gracias al guión y la dirección de Scafaria.
Y aunque el elenco se muestra en general con solidez ante las cámaras, es sin lugar Lopez la que se roba las escenas en que participa, dotando a Ramona de seguridad y encanto. Tal vez, como han asegurado los críticos de EE.UU., su nombre ronde las próximas nominaciones al Oscar y el Globo de Oro.
DIRECCIÓN: Lorene Scafaria
PROTAGONISTAS: Constance Wu, Jennifer Lopez, Julia Stiles, Keke Palmer,
Lili Reinhart
GÉNERO: Drama/Comedia
CALIFICACIÓN: Para mayores de 14 años