Por Lya Rosén D.
Aunque hay quienes no lo consideran un cineasta respetable, por su gusto por las películas comerciales, nadie puede negar a J.J. Abrams su lugar en la historia del cine estadounidense contemporáneo. Un sitio asegurado por su rol como director -donde puede mostrar con orgullo títulos como Star wars: el renacer de la fuerza-, y esencialmente como productor, por medio de su empresa Bad Robot y desde donde han emergido filmes como Cloverfield y ahora su “secuela”, Avenida Cloverfield 10.
Es una secuela entre comillas, porque en esta historia, dirigida por el debutante Dan Trachtenberg, el público no se va a encontrar con la continuación de la cinta de 2008, sino que con un relato que se hermana con aquella más bien en espíritu. Este se inicia cuando Michelle (Mary Elizabeth Winstead) abandona el departamento que compartía con su pareja y toma la carretera sin destino aparente. Pero una camioneta choca su auto y ella despierta tiempo después con una pierna herida y esposada en un cuarto sin ventanas, que luego descubre es parte del búnker construido por Howard (John Goodman) y donde también habita Emmett (John Gallagher, Jr.), luego de que la Tierra fuera víctima de un ataque, nuclear o extraterrestre.
Ahí los tres protagonistas conviven en un claustrofóbico espacio, donde Howard impone las reglas y nunca se sabe bien de dónde proviene el mayor peligro: si del contaminado exterior o del humor cambiante del dueño de casa.
Titulo Original: 10 Cloverfield Lane
Género: suspenso/drama
País: Estados Unidos
Año: 2016
Director: Dan Trachtenberg
Guión: J. Campbell/ M. Stuecken/D. Chazelle
Reparto: John Goodman, Mary Elizabeth Winstead.
Duración: 103 minutos
MAYORES 14 AÑOS