Por Lya Rosén D.
Al ver el afiche promocional y algunas de las descripciones sobre su trama que circulan en internet, es fácil pensar que la película austríaca Buenas noches mamá es un ejemplo de terror hecho en Europa. Pero después de ver su relato, es mejor advertir a los amantes del horror que aquí se van a encontrar, más bien, con un buen ejemplo de una cinta de suspenso que toca sutilmente la tecla del miedo sólo cuando es necesario.
La realización, escrita y dirigida por los novatos en largometrajes Veronika Franz y Severin Fiala, se inicia en un bucólico día de verano en el campo, cuando los gemelos Lukas y Elias (Lukas y Elias Schwarz) disfrutan de un día de juegos y descubrimiento en los terrenos aledaños a la casa que comparten con su madre, cerca de un lago y plantaciones de maíz.
Pero el retorno de su mamá (Susanne Wuest), tras una cirugía estética, trastorna por completo la tranquilidad del hogar. Es más, la fría actitud de la mujer -que tiene su cara cubierta con vendajes-, en especial cuando Elias le habla a Lukas, hace sospechar a los hermanos que quizás ella no sea quien dice ser.
Así comienza una serie de desencuentros entre los niños y su progenitora, que van haciéndose cada vez más violentos, y donde los más oscuros y retorcidos rincones de la mente humana, amparados en hechos traumáticos del pasado reciente de los personajes, adquieren un sorpresivo protagonismo.
Título Original: Ich Seh Ich Seh
Género: Suspenso/terror
País: Austria
Año: 2014
Director: Severin Fiala, Veronika Franz
Guión: Veronika Franz, Severin Fiala
Reparto: Lukas Schwarz, Elias Schwarz, Susanne Wuest
Edad: Mayores de 18.