Por Lya Rosén D.
Como un actor de carácter, en el más amplio sentido, Sean Penn siempre ha transitado por las distintas vertientes del drama fílmico. Por lo general, interpretando a personajes marcados por el conflicto, aunque también a algunos seres que en la debilidad social o física han encontrado su fortaleza, como Sam Dawson, el padre con discapacidad mental de Yo soy Sam (2002), o el activista homosexual Harvey Milk, de Milk: un hombre, una esperanza (2008).
Un amplio y premiado abanico de alter egos al que ahora suma a Jim Terrier, un ex agente de las fuerzas especiales que trabaja como asesor de seguridad de una empresa minera en la República Democrática del Congo. Corre el año 2006 y Terrier mantiene, además, una relación amorosa con la idealista Annie (Jasmine Trinca), mientras oculta el lado más mortal de su labor: asesino de quienes se crucen en el camino de sus patrones. Así, una de sus misiones -eliminar al ministro de Minería del país africano- lo obliga a abandonar el lugar, dejando allí a su novia y a su socio, Félix (Javier Bardem).
Varios años más tarde, un reformulado Terrier vuelve a territorio congolés para ayudar en vez de asesinar. Pero en una vuelta del destino, ahora él se convierte en blanco de sicarios, viéndose obligado a saber quién puso precio a su cabeza. Esto lo lleva a recorrer ciudades como Londres y Barcelona, descubriendo que su enemigo estaba más cerca de lo que pensaba.
Una cinta que le da a Penn la oportunidad de convertirse en un héroe maduro de acción, pero que sólo se queda en el deseo, ya que por mucho que lo intente, y muestre su trabajado físico, su talento no va por el lado de las peleas y balaceras. Ese lugar ya le pertenece, hace varias películas, a su colega Liam Neeson.
Titulo original: The Gunman Dirección: Pierre Morel Actores: Sean Penn, Idris Elba, Jasmine Trinca, Javier Bardem, Ray Winstone Calificación: Para mayores de 14 años.