El crimen, en sus diferentes esferas, y el biopic han sido puntales en la carrera de Michael Mann, último apartado que el ya octogenario cineasta estadounidense revisita con Ferrari.
Su cinta número 12 en una exigua, pero contundente filmografía, que incluye títulos como Cazador de hombres, Fuego contra fuego, El informante, Ali y Colateral, entre otros.
La cual viene a sumarse a su apartado de biografías, poniendo la mirada en la vida y obra de una de las figuras claves de la industria automotriz y las competencias de Fórmula Uno.
Ni más ni menos que el mismísimo Enzo Ferrari, que convirtió al color rosso corso y la figura del cavallino rampante, o caballito encabritado, en símbolo de velocidad y podios.
Del cual se sabe oficialmente poco, a diferencia de los modelos de sus autos y carreras ganadas, por lo que la cinta con la firma de Mann permite asomarse a parte de su vida.
Un breve pasaje de su existencia
Ya que la cinta es literalmente un fragmento de sus 90 años de existencia, al ubicar su trama en el verano de 1957, cuando Ferrari enfrentó un periodo muy convulsionado.
Un breve pasaje que sin embargo permite explorar en las grandes preocupaciones del empresario: los automóviles, las carreras y su rol de padre por sobre el de pareja.
Para lo que Mann tomó como base parte del libro Enzo Ferrari: the man, the cars, the races, the machine, del desaparecido periodista de deportes motor Brock Yates.
El que sirve de base argumental a la historia que en pantalla se desarrolla en el 57, cuando el constructor se mueve entre Maranello, en que está su fábrica, y Modena, su ciudad natal.
Donde Ferrari (Adam Driver) vive con su madre Adalgisa (Daniela Piperno) y su esposa Laura (Penélope Cruz), quien todavía carga con el dolor de la muerte de su único hijo.
Las preocupaciones de Ferrari
Lo que claramente convirtió a Laura en una mujer dolida, que no teme andar con una pistola por si debe matar a su marido, un mujeriego siempre enfocado en sus autos y las carreras.
Aunque hay algo que ella desconoce: en las afueras de la ciudad vive la amante de su esposo, Lina Lardi (Shailene Woodley), con el hijo de ambos, Piero (Giuseppe Festinese).
Sin embargo, otras cosas le preocupan más a Il Commendatore, como le decían a Enzo. Primero la quiebra inminente de su fábrica, pero esencialmente la próxima Mille Miglia.
La carrera por la Emilia-Romaña en que demostrará que sus autos son superiores a los Maserati, con pilotos como Taruffi (Patrick Dempsey) y Portago (Gabriel Leone).
Los que en la trama son secundarios poco desarrollados, a diferencia de la Laura de Cruz, que con su complejidad e intensidad se apodera de cada escena en que participa.
A diferencia de Driver, quien se tomó en serio lo de la sangre fría de Ferrari y ofrece una interpretación algo plana, lejos de la potencia de los motores y los conflictos que lo rodean.
FICHA TÉCNICA
DIRECCIÓN: Michael Mann
PROTAGONISTAS: Adam Driver, Penélope Cruz, Shailene Woodley, Sarah Gadon, Gabriel Leone, Jack O’Connell, Patrick Dempsey
GÉNERO: Drama, Biografía
CALIFICACIÓN: Para mayores de 14 años