Hace seis años, específicamente en noviembre de 2013, llegó a salas de cine del mundo la película número 53 de los estudios de animación Disney. Su nombre era Frozen y en su fin de semana de debut se convirtió en la más vista de Norteamérica, sumando más de US$243 millones solo en tres días.
En la actualidad, el filme totaliza una recaudación mundial sobre los US$ 1.200 millones, y sus personajes –Elsa, Anna, Olaf, Kristoff y Sven- están entre los más famosos del mundo Disney, al igual que canciones como Let It Go (Libre Soy en español) y Do You Want to Build a Snowman? (¿Y Si Hacemos un Muñeco?).
Un éxito que catapultó la creación de la secuela que este jueves llega a salas locales para reencontrarnos con su grupo protagónico un tiempo después del retorno de Elsa a Arandelle, cuando el reino disfruta de la paz y la prosperidad bajo su guía. Y además ella de la compañía de su hermana Anna, el novio de ésta, Kristoff, su reno Sven y el locuaz hombre de nieve Olaf.
Sin embargo, los minutos iniciales de la película llevan el relato varios años atrás, cuando las hermanas eran pequeñas y disfrutaban de la compañía de sus padres, el Rey Agnarr y la Reina Iduna. Una noche, Agnarr les revela su visita al Bosque Mágico, donde su padre, el Rey Runeard, sellaría un pacto de paz con la tribu de los Northuldra. Una cita que no terminó como se esperaba.
De vuelta a su actualidad, Elsa comienza a escuchar un extraño y lejano canto que, como descubre después, está relacionado con su pasado y sus poderes. Para hallar el origen de ese llamado, ella decide emprender un largo y peligroso viaje hacia norte, que finalmente hará junto a Anna, Kristoff, Sven y Olaf.
Su primera parada es el Bosque Mágico, donde conocerán a los espíritus del aire y el fuego, y a los integrantes de los Northuldra, liderados por Yelana, como también a un grupo de soldados de Arandelle, comandados por Sterling K. Brown, que han permanecidos prisioneros en el lugar por décadas.
Grandes secundarios y remarcable animación
Al igual que en la cinta original, el eje de la narración se centra en Anna y Elsa, y en cómo la primera busca el origen de sus singulares poderes con la nieve y el hielo, mientras la segunda se aferra a la promesa de siempre cuidar de siempre de su hermana mayor y nunca alejarse de ella, aunque en momentos sea casi imposible.
Sin embargo, en esta oportunidad los secundarios adquieren más relevancia, dotando a la cinta de los mejores momentos de humor. Como en el caso de Olaf, que hace gala de un positivismo y un ansia de aprendizaje a prueba de todo; o un Kristoff que teme por su relación con Anna, protagonizando uno de los mejores pasajes musicales.
A esto se suman escenas de acción que dejan en claro el inmejorable nivel de animación alcanzado en el último tiempo por Disney, como cuando Elsa se enfrenta al mar y al indomable espíritu del agua. En suma: una muy buena adición a la cartelera, que puede ser disfrutada en familia.
DIRECCIÓN: Chris Buck, Jennifer Lee
VOCES ORIGINALES: Kristen Bell, Idina Menzel, Josh Gad, Jonathan Groff, Sterling K. Brown
GÉNERO: Animación
CALIFICACIÓN: Para todo espectador