En 2018, al cumplirse los 40 años del estreno de Halloween, comenzó el revival de este clásico del cine con una cinta donde una madura Laurie Strode (Jamie Lee Curtis) volvió a encarar a Michael Myers.
Una secuela directa y claro homenaje al largometraje que marcó un antes y un después en el ámbito del terror y el subgénero slasher, que borró la existencia de cualquier otra película en torno a la saga.
En la que bajo la dirección de David Gordon Green -y el título homónimo-, una traumatizada Laurie se reencontró con la pesadilla de Myers, cuando un accidente lo liberó y este volvió a Haddonfield.
Lo que ocurrió no más ni menos que en plena celebración de Halloween, misma fecha en que él que había matado a su hermana siendo niño y en los años 70 atacó a Laurie y sus amigas.
El mismo filme que puso al desquiciado enmascarado nuevamente en pantalla y le dio el vamos a una saga que tuvo una primera secuela en 2021, donde Myers dio rienda suelta a su instinto asesino.
Otro oscuro personaje entra en escena
Ya que en la cinta titulada Halloween kills, Michael se convirtió en una máquina de matar, quitándole las vidas a vecinos, bomberos y a viejos personajes como Tommy Doyle (Anthony Michael Hall).
Un listado mortal que sumó también a Karen Nelson (Judy Greer), la única hija de Laurie, quien en Halloween: la noche final -el cierre de la trilogía- todavía carga con la pena, pero ha reiniciado su vida.
Sin embargo, el largometraje que pone punto final al renacer de la figura del horror creada por John Carpenter, se inicia enfocado en otro personaje: Corey Cunningham (Rohan Campbell).
Un veinteañero que en la noche de Halloween de 2019 cuida a un niño y termina siendo acusado del homicidio involuntario de este. Un hecho que tres años más tarde todavía lo atormenta.
Cuando se cruza en la vida de Laurie, quien ahora está tranquila y enfocada en escribir un libro sobre su experiencia con Myers, y ayuda a Corey cuando es acosado y herido por un grupo de jóvenes.
La reaparición de Michael Myers
Por lo que decide llevarlo al centro médico donde trabaja su nieta Allyson (Andi Matichak), quien siente una rápida conexión con él y lo invita a salir. Lo que no se concreta hasta unos días después.
Una cita que ocurre la misma noche en que Corey tiene un cara a cara que cambiará su vida, cuando descubre que Michael Myers está viviendo en un desagüe abandonado y se salva de ser asesinado.
Sin embargo, este encuentro hace nacer -o renacer- su lado más oscuro, que se convertirá en detonante de un clímax que duplicará el peligro para Laurie y los traumatizados habitantes de Haddonfield.
En el instante clave de un recorrido fílmico que, a diferencia de la cinta inmediatamente anterior, reserva la mayor violencia para su etapa final, desplegando escenas cargadas al gore más sangriento.
Lo que se combina con una Laurie más reflexiva, aunque nunca relajada por completo, y una mirada a la maldad latente en el ser humano, en un claro intento por darle más profundidad a la trama.
Aunque finalmente son los momentos “clásicos” con Laurie y Myers los que se roban el metraje en Halloween: la noche final, además de los guiños a los fanáticos de la saga -como con el palillo para tejer- y la indeleble música de Carpenter.
FICHA TÉCNICA
DIRECCIÓN: David Gordon Green
PROTAGONISTAS: Jamie Lee Curtis, Andi Matichak, James Jude Courtney, Will Patton, Rohan Campbell, Kyle Richards
GÉNERO: Terror
CALIFICACIÓN: Para mayores de 14 años