Puede que Halloween haya pasado, pero las películas de terror siguen visitando la cartelera local, siendo Juega o muere la última adición a la lista de estrenos que apuestan por el miedo.
En una sucesión de títulos que, por la misma cantidad de propuestas, abarcan diferentes subgéneros, miradas y niveles de tensión, sin olvidar la calidad de su resultado final.
Un último apartado que en el caso de esta realización se ubica bajo la media de cintas que la han precedido a lo largo del 2023, esencialmente por la falta de solidez de su guión.
Ya que está comprobado que lo esencial en este tipo de realizaciones es su base argumental, por sobre grandes ambientaciones o el dinero invertido en efectos especiales.
Lo que tal vez se pueda atribuir a la escasa experiencia de sus directores, Eren Celeboglu y Ari Costa, que solo cuentan con un par de cortos de horror antes de este, su primer largometraje.
Un relato con una venganza fantasmal
Aunque tampoco sería una excusa, cuando los mismos cines nacionales hace poco acogieron el debut de la impecable Háblame, de los aún más debutantes hermanos Philippou.
Sin embargo, no todo está perdido para Juega o muere, ya que cuenta con varios momentos que provocan inquietud y la presencia de Asa Butterfield como Marcus.
Ya que el actor inglés, famoso por la serie Sex education de Netflix, convence con su actuación como un joven poseído por el espíritu de un niño que busca venganza.
El que lo lleva a convertirse en el responsable de las muertes que forman parte de su reducida narración -su metraje es de solo 76 minutos-, ambientada en el Salem de hoy.
Un hecho esencial, ya que la ciudad estadounidense y la cacería de brujas de la que fue escenario en el siglo XVII también cumplen un papel en el desarrollo de la película.
Sanguinarios juegos infantiles
Donde un cuchillo maldito cambia las vidas de los hermanos Fletcher, luego de que el más pequeño de ellos, Jonah (Benjamin Evan Ainsworth), lo encuentra en una antigua cabaña.
Momento en que el artilugio posee al niño para luego pasar al cuerpo de su hermano, quien decide involucrar a su hermana Billie (Natalia Dyer) y a los amigos de esta en juegos infantiles.
Aunque en las versiones más sanguinarias del ahorcado, la pinta y la escondida, que va dejando una seguidilla de víctimas, entre las que se cuentan el tío materno del trío protagónico.
Al mismo tiempo que el resto de los adultos, dígase la madre de los hermanos Kathy (una desaprovechada Annabeth Gish) o las fuerzas policiales, brillan por su ausencia.
Algo que es común en las cintas de terror, pero acá podría haber aportado personajes con más peso a una trama que logra momentos de tensión, aunque no muchos sustos.
FICHA TÉCNICA
DIRECCIÓN: Ari Costa y Eren Celeboglu
PROTAGONISTAS: Asa Butterfield, Natalia Dyer, Benjamin Evan Ainsworth, Laurel Marsden, Annabeth Gish, Marina Stephenson Kerr, Kolton Stewart
GÉNERO: Terror, Suspenso
CALIFICACIÓN: Para mayores de 14 años