La Crónica Francesa: el personal y estilizado homenaje de Wes Anderson al periodismo
El singular director detrás de películas como El Gran Hotel Budapest retorna a las salas de cine con su “carta de amor” al periodismo, a través del relato centrado en la revista publicada por un estadounidense en Francia. Ya la puedes ver en cines.
Como “cine de autor” se denomina a aquellas películas de un director que reflejan su personalidad artística. La Crónica Francesa es el último y mejor ejemplo del sello inconfundible que Wes Anderson ha logrado imprimir a cada una de sus realizaciones.
Un relato calificado por el mismo cineasta estadounidense como una “carta de amor a los periodistas”, donde nuevamente están presentes sus actores fetiches, su distintiva paleta de colores, sus simétricos encuadres y el elaborado humor que otorga a sus cintas.
Una opción conocida y admirada por sus fanáticos, pero que ha despertado la renuencia de unos tantos, por lo que la cinta que debuta en salas -tras la dilatación de su estreno por la pandemia- es recomendable esencialmente para un “wesandersoniano” de corazón.
El cual disfrutará con el singular relato fílmico, compuesto a su vez de diferentes capítulos, que tiene como escenario la ficticia ciudad de Ennui-sur-Blasé, que se puede traducir como aburrimiento en la apatía, donde se ubica la redacción de La Crónica Francesa.
La publicación que en ese rincón de Francia realiza un puñado de periodistas para el Liberty, Kansas Evening Sun, cuya dirección está a cargo de Arthur Howitzer Jr. (Bill Murray), quien hace varios años entrega al público estadounidense crónicas sobre la idiosincrasia gala.
Los reportajes que componen la edición
Sin embargo, el quehacer en las oficinas de La Crónica se ve afectado por la repentina muerte de Howitzer Jr., quien había estipulado que tras su fallecimiento se terminaría su publicación, no sin antes editar un último número con lo más selecto de su periodismo y su respectivo obituario.
El que queda compuesto por cuatro textos -traducidos en pantalla por un cuarteto de episodios audiovisuales-, comenzando con el Reportero Ciclista, o Herbsaint Sazerac (Owen Wilson), y su crónica a una ciudad donde conviven niños que atacan jubilados con señoritas de la noche.
Al que sigue La obra maestra del hormigón, donde J.K.L. Berensen (Tilda Swinton) revive la historia de Moses Rosenthaler (Benicio del Toro), quien se reencontró con el arte cumpliendo condena por asesinato y tomó como musa a la severa guardia llamada Simone (Léa Seydoux).
Y es teniéndola como inspiración que Rosenthaler da vida a la pieza de arte abstracto que maravilla a Julien Cadazio (Adrien Brody), un comerciante de arte que cumple condena en la prisión por evasión fiscal y decide convertirse en su representante junto a sus tíos y socios.
Pero del arte se pasa a Revisiones de un manifiesto, las páginas dedicadas a la política donde Lucinda Krementz (Frances McDormand) realiza una crónica del enfrentamiento entre los estudiantes de Ennui y el alcalde y la policía local, teniendo como arma un tablero de ajedrez.
Particulares visualidad y humor
Un grupo de rebeldes e intelectuales jóvenes que son encabezados por el serio Zeffirelli (Timothée Chalamet), quien es hijo de una pareja de amigos de Krementz y se avergüenza de los músculos que ha desarrollado su cuerpo al mismo tiempo que redacta su manifiesto.
En la singular mirada a un “álgido” momento de ideología e idealismo que es seguida por la nota del experto en gastronomía Roebuck Wright (Jeffrey Wright), que, bajo el título de El comedor privado del comisionado de policía, revisita un momento que mezcla lo culinario y lo criminal.
El cual comparte en una entrevista y rememora gracias a su memoria tipográfica, conociéndose su experiencia al concurrir a una cena con el comisario de la policía de Ennui, preparada por teniente Nescaffier (Stephen Park) y durante la cual es raptado el hijo de su anfitrión.
Los cuatro ingredientes periodísticos del número final de La Crónica Francesa, que componen la última y episódica comedia de Anderson, que visualmente tránsita entre el blanco y negro y la paleta marcada por los colores pastel que ha pintado su obra a lo largo de una decena de cintas.
Donde nuevamente el director tejano deleita a sus seguidores con sus simétricas tomas, un humor entre absurdo e intelectual, edificios y medios de transporte diseccionados en detalle, y la capacidad de su elenco para dar vida a personajes que transitan entre lo ridículo y lo brillante.
Donde otra vez aparecen viejos conocidos como Murray, Wilson y Swinton, junto a los “recién llegados” Wright y Chalamet. En una conjunción de nombres y momentos con la visualidad y el humor que solo el creador de cintas como Los excéntricos Tenenbaum y El Gran Hotel Budapest puede idear.
Ficha
DIRECCIÓN: Wes Anderson
PROTAGONISTAS: Bill Murray, Owen Wilson, Benicio del Toro, Adrien Brody, Tilda Swinton, Léa Seydoux, Frances McDormand, Timothée Chalamet, Lyna Khoudri, Jeffrey Wright, Mathieu Amalric, Stephen Park
GÉNERO: Comedia/Drama
EDAD: Para todo espectador mayor de 7 años
DISTRIBUIDORA: Cinecolor Films Chile
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