Aunque por lo general, las casas, bosques y monasterios se ubican como los lugares más encantados, la película La maldición del Queen Mary suma a la lista a un transatlántico.
La misma la nave de pasajeros homónima que durante la segunda mitad de la década del 30 se convirtió en una de las más lujosas y rápidas, al unir por mar a Inglaterra y EE.UU.
Para terminar sus días hábiles en los años 60, cuando recaló en Long Beach, California, transformándose en una atracción turística que hasta hoy saca partido a su antigua opulencia.
Como también a los relatos sobre fantasmas y maldiciones que recorren sus camarotes y salones. Los mismos que inspiraron el largometraje que debutó en salas de cine locales.
El cual bajo la dirección de Gary Shore, con un guión escrito por él junto a Stephen Oliver, combina el horror más gráfico con suspenso y algo del viejo glamour de Hollywood.
Además de singulares tomas y encuadres que reflejan la búsqueda creativa de Shore, pero por momentos se sienten totalmente ajenas al tipo de historia que se está relatando.
Una posesión desata la doble pesadilla
Una trama que lleva al espectador a dos momentos diferentes en la existencia del Queen Mary: en uno de sus viajes en 1938 y en su presente como atracción turística.
Así, en el pasado se celebra Halloween en el fastuoso comedor de la embarcación y los Ratch, en sus disfraces ad-hoc, se cuelan en la cena a pesar de viajar en tercera clase.
Con lo que David (Wil Coban), su esposa Gwen (Nell Hudson) y su hija Jackie (Florrie May Wilkinson) se sientan junto a importantes pasajeros como Fred Astaire (Wesley Alfvin).
Quien, en una escena que rompe por completo el ambiente de misterio de la cinta, termina bailando en compañía de Jackie, quien sueña con ser una estrella de la danza y del cine.
Un instante de alegría que rápidamente dará paso al horror, luego de que David, en un paseo por la piscina de la nave, es poseído por un espíritu violento que busca venganza.
El que asesinará espantosamente a Gwen y Jackie, dejando una maldición que en el futuro afectará a Anne Calder (Alice Eve), su pareja Patrick (Joel Fry) y a su hijo Lukas (Lenny Rush).
Lo que ocurre después de que Anne llega al barco por un trabajo y el niño descubre sus fantasmas, desatando una pesadilla con mucho gore, que se siente forzada y algo extensa.
FICHA TÉCNICA
DIRECCIÓN: Gary Shore
PROTAGONISTAS: Alice Eve, Joel Fry, Nell Hudson, Wil Coban, Dorian Lough, Tim Downie, Jim Piddock, Florrie May Wilkinson, Wesley Alfvin, Lenny Rush
GÉNERO: Terror, Suspenso, Drama
CALIFICACIÓN: Para mayores de 18 años