Kate (Emilia Clarke), o Katerina para sus padres, es una joven un tanto desilusionada de la vida que trabaja, vestida como un elfo, en la tienda temática navideña que posee Santa (Michelle Yeoh), como ella llama a su jefa, en una calle del centro de Londres.
Un día como otros, la rutina de Kate en la tienda es interrumpida por un extraño que no deja de mirar al cielo en la parte exterior de una las vitrinas del local. Este resulta ser Tom (Henry Golding), quien con el pasar de los días se convierte en parte esencial de la existencia de esta aspirante a cantante.
De manera paralela, ella se ve obligada a volver a su casa familiar, luego de que su mejor amiga amablemente la incita a dejar su departamento. Así se reencuentra con su cuarto, adornado con posters de George Michael y Wham, y su protectora madre Petra (Emma Thompson), quien junto a su marido e hijas inmigró hace varios años desde Yugoslavia a Inglaterra.
Es junto a Tom que Kate comienza de poco a darle un renovado sentido a su vida. Así comienza a mirar las calles y rincones londinense con nuevos ojos y además conoce un refugio para personas sin hogar que funciona en una iglesia local y del cual él, que siempre se moviliza en bicicleta, ha sido voluntario.
También a través del relato conocemos parte de los conflictos que son parte del entorno de la muchacha, como su tensa relación con su hermana mayor Marta (Lydia Leonard) y un problema cardíaco que hace un año la llevó a ser sometida a un trasplante de corazón.
Encantadores protagonistas y demasiados clichés
Con las canciones de Wham y George Michael como parte esencial del relato -su título se inspira en la famosa canción navideña del dúo británico-, el realizador estadounidense Paul Feig (Damas en Guerra) va dibujando un relato que transita entre el romance y la comedia, con algunas cuotas de drama.
Y a pesar de la química entre su pareja protagónica, y el innegable encanto individual de Clark y Golding, la cinta no logra alcanzar el nivel de anteriores películas de Feig, quedándose en un trazo más grueso y un patente abuso de los clichés románticos y navideños.
Sin embargo, lo más seguro es que el filme se convierta en aquellos títulos que no pueden dejar de verse cuando los exhiben a través del cable o la TV abierta como parte de sus especiales de Navidad, en calidad de un simple y cálido placer culpable.
DIRECCIÓN: Paul Feig
PROTAGONISTAS: Emilia Clarke, Henry Golding, Michelle Yeoh, Emma Thompson, Lydia Leonard
GÉNERO: Comedia/Romance
CALIFICACIÓN: Para todo espectador