Han pasado más de tres décadas desde que las hermanas Lana y Lilly Wachowski concretaron su tercer proyecto para Warner Bros.: Matrix, una película con guión propio, mezcla de ficción, filosofía y artes marciales, donde se enfrentaban humanos y máquinas.

La que marcaría su pasaje dentro de la crónica de la ciencia ficción cinematográfica, haciendo de sus protagonistas, Neo, Trinity y Morfeo, -e inconfundibles atuendos-, personajes indelebles de la pantalla grande, que inspiraron dos largometrajes más.

Así, Matrix (1999), Matrix: recargado (2003) y Matrix: revoluciones (2003) construyeron su universo audiovisual, donde el joven programador computacional Thomas A. Anderson (Keanu Reeves), descubrió que su realidad no era más que una creación digital.

Una revelación que vino gracias a la intervención de Trinity (Carrie-Anne Moss) y Morfeo (Laurence Fishburne), y lo llevó a conocer la verdad sobre la matrix o la matriz, el mundo virtual hecho por las inteligentes máquinas que controlan el planeta y a sus habitantes.

Del cual unos pocos humanos, los rebeldes, lograron escapar para refugiarse en la ciudad de Sion. Un grupo al que Anderson, después conocido como Neo y quien lograba amplificar sus capacidades físicas en la matriz, se sumó no como uno más, sino que como El Elegido.

El nuevo capítulo en una matriz reformateada

Una extenso recorrido cinematográfico que supuestamente había concluido con el capítulo donde Neo tuvo su encuentro clave con Deux Ex Machina y luego con un poderoso Smith (Hugo Weaving), que lo llevaría al máximo sacrificio. Pero no todo estaba dicho.

Tal como lo revela Matrix resurrecciones, la película solo dirigida por Lana Wachowski, que viene a sumar un nuevo capítulo a la saga de ficción, con una narración que bebe directamente de las cintas anteriores, reviviendo personajes, sentimientos y conflictos.

Y cuyo inicio se ubica en un mundo donde Neo ya no existe y es solo parte de la realidad virtual que un maduro Thomas Anderson (Reeves) desarrolló para su exitosa trilogía de videojuegos llamada Matrix. Sin embargo, al público se le revela bastante más.

Esto vía una escena donde claramente se está en un entorno virtual y la joven Bugs (Jessica Henwick), a través de un portal abierto por Seq (​​Toby Onwumere), llega a una repetición del momento en que Trinity escapaba de los agentes tras la llamada telefónica.

Pero algo no anda bien y, como le repite Seq, está claramente dentro una trampa de las máquinas, de la que rápidamente debe escapar. Aunque encuentra a alguien que no esperaba: un agente que descubrió que era realmente una nueva versión de Morfeo.

El retorno de Neo al mundo real

Un personaje reformulado que ya no está a cargo de Laurence Fishburne, sino de Yahya Abdul-Mateen II, y tendrá la misión de lograr que Anderson vuelva a ser Neo. Algo no tan fácil, ya que el programador está convencido que lo de la matriz fue fruto de su imaginación.

Un convencimiento para el que ha sido clave la intervención de su terapeuta, conocido simplemente como El Analista (Neil Patrick Harris), y las pastillas azules que debe tomar a diario. Pero la supuesta “irrealidad” se cuela cada vez más en su repetitiva normalidad.

En especial cuando ve a alguien que es igual a la Trinity de su videojuego: Tiffany (Moss), una mujer casada y madre de dos niños que también se siente atraída por este supuesto desconocido. La cual, con el transcurso de la trama, será clave para la reaparición de Neo.

Así, entre supuestos déjà vus y el reencuentro con viejos conocidos, donde se recurre a muchas escenas de las cintas originales, la primera mitad de Matrix resurrecciones se mueve entre dos planos narrativos: el mundo de la matriz reformateado y la realidad.

A la cual finalmente accede el protagonista para descubrir que ha pasado más de medio siglo desde lo que él experimentó y los humanos ya no viven en Sión, sino que un lugar llamado Io, donde conformaron una sociedad en compañía de organismos sintéticos.

Algunas de las revelaciones y nuevos elementos, junto al famoso efecto del “bullet time”, que son parte de esta cuarta Matrix, que claramente está hecha para los nostálgicos de la trilogía original, pero puede entretener a alguien no tan versado en su universo gracias a sus adrenalínicas escenas de acción.

FICHA TÉCNICA

DIRECCIÓN: Lana Wachowski

PROTAGONISTAS: Keanu Reeves, Carrie-Anne Moss, Yahya Abdul-Mateen II, Jessica Henwick, Jonathan Groff, Neil Patrick Harris, Priyanka Chopra Jonas, Jada Pinkett Smith

GÉNERO: Ciencia Ficción/Acción

EDAD: Para mayores de 14 años