Billy Wilder, Frank Tashlin y Sidney Lumet son algunos de los directores que han llevado al cine la obra de Agatha Christie. Un grupo al que hace unos años se unió Kenneth Branagh con su cinta Asesinato en el Expreso de Oriente y ahora reafirma con Muerte en el Nilo.

Su versión para la pantalla grande de la novela que la autora británica publicó en 1937 y que ya fue convertida en película en 1978, con John Guillermin en la dirección y Peter Ustinov encarnando a Hercule Poirot, rol que repetiría en cinco filmes más.

El famoso investigador belga que protagonizó 47 de las obras de Christie y que en las dos películas con la firma de Branagh encarna ese mismo actor y realizador nacido en Belfast hace ya 61 años, siempre acompañado por un vistoso bigote.

Un detective que en el primero de sus largometrajes debió poner a prueba su sagacidad y lógica para descubrir al asesino de un criminal entre varios sospechosos, mientras viajaba a bordo del lujoso tren que lo llevaba desde Estambul a Londres.

El cual ahora, a mediados de los años 30, emprende rumbo al norte de África. Sin embargo, el inicio del largometraje de suspenso se ancla varios años antes, cuando un joven Poirot combate en la Primera Guerra y ya da muestras de su admirable racionalidad.

Instante en que se revela algo más sobre su primer amor y porque comenzó a usar bigote: ocultar una cicatriz en su rostro. Una visita al pasado que dura poco, volviendo la narración a la década del 30, cuando el famoso investigador concurre a un local nocturno.

Una luna de miel convertida en tragedia

En este lugar él es testigo de un hecho clave que marcará el resto del relato: cuando se conocen Simon Doyle (Armie Hammer) y Linnet Ridgeway (Gal Gadot), impulsados por la novia de él y mejor amiga de ella, Jacqueline de Bellefort (Emma Mackey).

Lo que Poirot no imagina en ese momento es que seis meses más tarde, a instancias de su joven amigo Bouc (Tom Bateman), se sumará a los invitados a la celebración de una boda en un hotel egipcio, cuyos novios son ni más ni menos que Simon y Linnet.

Una lujosa cita, pagada por los millones que posee la nueva señora Doyle, a la que concurren sus familiares y conocidos, entre los que se cuentan su eterno enamorado, el Dr. Windlesham (Russell Brand), su madrina (Jennifer Saunders) y su primo (Ali Fazal).

Pero la celebración llega a un abrupto fin cuando descubren la presencia de Jacqueline, quien guiada por el despecho se ha convertido en una sombra para los recién casados. Los que deciden alejarse de ella a bordo del vapor S.S. Karnak junto a sus invitados.

Un viaje de placer por el río Nilo que se convertirá en pesadilla cuando una de las piezas principales de la historia aparezca muerta por un disparo en su sien. En uno de los momentos de mayor tensión de la cinta y del cual varios podrían ser culpables.

Al que luego se sumarán otras víctimas y un robo que desafiarán la obsesiva mente de Poirot, en la nueva y mejorada mirada de Branagh a la obra de Christie. Donde destaca su tratamiento del suspenso y también cómo saca partido al encanto de Gadot en pantalla.

FICHA TÉCNICA

DIRECCIÓN: Kenneth Branagh

PROTAGONISTAS: Kenneth Branagh, Tom Bateman, Annette Bening, Russell Brand, Ali Fazal, Dawn French, Gal Gadot, Armie Hammer, Rose Leslie, Emma Mackey, Sophie Okonedo, Jennifer Saunders, Letitia Wright

GÉNERO: Suspenso/Drama

EDAD: Para todo espectador mayor de 7 años