Luego de haber sorprendido a todos con su ópera prima ¡Huye!, el actor estadounidense Jordan Peele vuelve nuevamente al asiento de director y al género del terror, con una inquietante realización que deja atrás el camino que tomó con la historia de un afroamericano enfrentado a una pesadilla en la casa de los padres de su novia blanca. Ahora, el eje dramático recae en una familia negra cuyas vacaciones toman un giro inesperado.

Los primeros minutos de la cinta nos llevan a 1986, donde Adelaide (Madison Curry) visita la feria del balneario costero de Santa Cruz y se aleja de sus padres, ingresando a la casa de los espejos, donde experimentará un traumático suceso. Varios años después nos reencontramos con Adelaide (Lupita Nyong’o) cuando está casada con Gabe Wilson (Winston Duke) y es madre de la adolescente Zora (Shahadi Wright Joseph) y el pequeño Jason (Evan Alex).

Sus vacaciones en la casa familiar en el lago transcurren como siempre hasta que Gordon le propone a su esposa ir a la playa de Santa Cruz, para encontrarse con sus amigos Kitty y Josh Tyler (Elizabeth Moss y Tim Heidecker). A pesar de su reticencia inicial, Adelaide acepta pasar algunas horas junto al mar, donde vive un tenso momento cuando Jason se aleja de su vista, sin avisarle, para ir al baño.

Lo peor viene después, cuando están a punto de irse a dormir en su casa de veraneo y se dan cuenta que en el camino de entrada hay un grupo de extraños. Poco después estos ingresan a su hogar a la fuerza, revelando que son sus dobles, versiones retorcidas de ellos mismos que visten de rojo, portan unas vistosas tijeras y no hablan, a excepción de la mujer, que logra comunicarse con una extraña voz, afirmando que están “atados” a ellos y han venido a tomar lo que les corresponde.

Aterrados con la violenta incursión, los Wilson son separados y sometidos a diferentes situaciones de tensión por cada uno de sus terroríficos “gemelos”, hasta que usando la fuerza logran huir en la lancha familiar. Pero la pesadilla solo ha comenzado, en especial para Adelaide, quien descubre que todo se relaciona con el gran trauma de su infancia y la sombra que nunca se apartó de su lado.

Peele vuelve a sorprender con su capacidad de dotar al género del terror de un matiz completamente distinto al que estamos acostumbrados, donde los mayores miedos se relacionan con las cosas que nos rodean día a día.

Y en este caso con el temor a nosotros mismos y los oscuros rincones o recuerdos que escondemos sin, quizás, darnos cuenta. Además de su capacidad, como ya lo hizo en ¡Huye!, de integrar a un relato marcado por el suspenso imprevistas cuotas de humor.

Un resultado para el que además son claves las actuaciones de su elenco, en especial de Lupita Nyong’o, Winston Duke y los pequeños Shahadi Wright Joseph y Evan Alex, quienes logran desdoblarse convincentemente entre los normales Wilson y sus escalofriantes otros yo.

Dirección: Jordan Peele
Protagonistas: Lupita Nyong’o, Winston Duke, Shahadi Wright Joseph, Evan Alex, Elizabeth Moss
Género: Terror
Edad: Para mayores de 14 años