Un tranquilo barrio de la ciudad de Beirut es escenario de los minutos iniciales de esta película que muestra cómo las antiguas diferencias políticas o religiosas todavía dividen a los habitantes del Líbano y, por qué no decirlo, de Medio Oriente.

Todo se inicia el día en que el mecánico Tony Hanna (Adel Karam), quien es cristiano y nacionalista, se encuentra en su la terraza de su departamento y deja caer agua sobre un grupo de hombres que se encuentran realizando arreglos en su calle. Entre ellos está Yasser Salameh (Kamel El Basha), un refugiado palestino que decide encarar a Hanna.

Sin embargo, todo se complica cuando Salameh y sus hombres deciden continuar con su trabajo y realizan una modificación en el desagüe de Hanna y éste reacciona destruyendo la reparación, lo que lleva al jefe de obra a insultar al dueño de casa.

Pero Tony, quien no ve con buenos ojos a los palestinos que viven en su país, demanda una disculpa formal por parte de Salameh y da el primer paso de una seguidilla de malos entendidos que terminará con los dos hombres enfrentándose en la corte.

Pero detrás de ellos estarán además sus respectivas esposas –la embarazada Shirine (Rita Hayek), en el caso de Tony, y la madura Camille (Wajdi Wehbe), en el de Yasser-, sus respectivos abogados, quienes coincidentemente son padre e hija, y toda una población que ve en su caso la excusa perfecta para revelar las heridas que subyacen entre los habitantes del Líbano.

DIRECCIÓN: Ziad Doueiri
PROTAGONISTAS: Adel Karam, Kamel El Basha, Camille Salameh, Diamand Bou Abboud, Rita Hayek
GÉNERO: Drama
EDAD: Para mayores de 14 años