“Me voy para tener paz y tranquilidad, para librarme de la influencia de la civilización. Solo quiero hacer arte simple, muy simple, y para poder hacer eso tengo que sumergirme en la naturaleza virgen, no ver a nadie más que a los salvajes, vivir su vida, sin otro pensamiento en mente, sino para mostrar el camino”.
Con estas palabras se refirió el pintor parisino Paul Gauguin, en una entrevista al periódico L’Écho de Paris —en febrero de 1891—, a su decisión de dejar Francia y mudarse a Tahití, donde daría vida a sus obras más conocidas.
Mismo periodo de su existencia que el guionista y director galo Edouard Deluc busca retratar en este largometraje donde Vincent Cassel es el encargado de revivir la figura del artista símbolo del posimpresionismo.
El relato se inicia precisamente en 1891, cuando el artista deja su tierra natal, como también a su esposa e hijos, para instalarse en la isla más grande de la Polinesia francesa.
Su deseo es encontrar su verdadera y más básica inspiración como artista, lejos de los códigos morales, políticos y estéticos de la Europa civilizada. Pero también aquí deberá hacer frente a la soledad, la pobreza y la enfermedad.
DIRECCIÓN: Edouard Deluc
PROTAGONISTAS: Vincent Cassel, Tuheï Adams, Malik Zidi , Pernille Bergendorff, Marc Barbé
GÉNERO: Biografía/Drama
EDAD: Para todo espectador mayor de 7 años