Con un promedio de dos producciones el año, Julia Roberts ha mantenido viva una carrera anclada en la década de los 90 —con títulos como La Boda de mi Mejor Amigo y Un Lugar Llamado Notting Hill– e inicios de los 2000 —Erin Brockovich y La Gran Estafa—, donde dio los mejores ejemplos de su carisma en pantalla, como también su talento como actriz. Las mismas que despliega nuevamente en Regresa a Mí, donde interpreta el papel de una madre con un hijo adicto a las drogas.

Su nombre es Holly Burns y en los primeros minutos del metraje se la puede ver feliz y enfocada en la próxima presentación navideña de la iglesia local, donde participarán su hija adolescente Ivy (Kathryn Newton) y sus pequeños hijos Lacey (Mia Fowler), y Liam (Jakari Fraser).

Pero todo sufre un vuelco cuando al volver a casa descubren que Ben (Lucas Hedges), su hijo de 19 años y quien se encuentra internado para tratar una grave adicción a las drogas, ha retornado a casa para celebrar Navidad en familia, alentado por su supervisor.

Ni Ivy ni el actual marido de Holly, Neal (Courtney B. Vance), confían en Ben y que su visita no se convierta en una pesadilla como en las festividades del pasado año. Sin embargo, logran un acuerdo que le permitirá pasar un día en casa, pero bajo la constante supervisión de su madre. Un trato que parece ir bien hasta que llega a sus manos un poco de droga y luego alguien entra a casa llevándose al perro de la familia.

Un drama familiar marcado por las contenciones, esperanzas y verdades a medias, donde es clave la relación entre una progenitora dispuesta a todo por su hijo y un joven que lucha contra sus demonios y culpas.

Donde Roberts despliega una muy buena actuación como la madre que quiere creer que todo va a estar bien, mientras un sólido Hedges logra que Ben no se convierta en caricatura, dotándolo de diferentes y convincentes matices.

DIRECTOR: Peter Hedges
PROTAGONISTAS: Julia Roberts, Lucas Hedges, Courtney B. Vance, Kathryn Newton, Rachel Bay Jones
GÉNERO: Drama
EDAD: Para mayores de 14 años