Steveens (Steveens Benjamin) es un joven inmigrante haitiano que ya lleva un tiempo viviendo en Chile. Después de aprender español y obtener un trabajo seguro, ha logrado estabilidad y poder mantener un cuarto propio en un barrio periférico de Santiago, donde es vecino de varios compatriotas.

Entre estos últimos se cuenta un pastor y su esposa, quienes ven en él a un integrante más de la familia, ya que lo conocen desde que era un niño y jugaba junto a su hijo Junior (Junior Valcin) en Haití. Y es precisamente el arribo de este último a suelo chileno el que comienza a trastornar la calma del Steveens.

El muchacho no solo debe pedir permiso en la fábrica de pastelones donde labora para ir a buscarlo al aeropuerto, sino que además debe consultar con su jefe (Alfredo Castro) la posibilidad de darle un trabajo en el lugar. Tras darle la bienvenida a la capital, Steveens también le explica a Junior que acá está muy presente el racismo contra los afrodescendientes.

Algo que le queda aún más claro a Junior cuando va a trabajar junto a su amigo y su nuevo jefe le hace incómodos comentarios sobre su limpieza y tono diferente de piel. Todo empeora con una broma pesada que sus compañeros deciden hacerle como “bienvenida”, que finalmente provocará que Steevens ataque al patrón para defenderlo.

Esto provoca su despido inmediato y que la comunidad haitiana decida no darlo apoyo, ya que dejó mal a todos sus compatriotas ante los ojos de los chilenos. Sin dinero y alejado de su propia gente, el joven comienza a deambular por las calles de Santiago, donde encontrará poco apoyo y experimentará en carne propia como algunos tratan de aprovecharse de los inmigrantes.

El cine como reflejo de una vergonzosa realidad

Aunque en momentos queda en claro que se está en presencia de una ópera prima, para la que se contó con más ganas que apoyo monetario, la película del novel realizador nacional Juan Cáceres se convierte en un ejemplificador documento de cómo viven los haitianos en nuestro país. Un relato donde además destaca la solidez de Benjamin como su protagonista.

La historia en pantalla de Steevens puede ser la misma de cientos de jóvenes y adultos que llegaron con la esperanza de una mejor existencia en suelo nacional y se toparon con la indiferencia y el racismo de muchos chilenos. Una actitud reprobable, quizás nacida de la ignorancia, que ojalá Perro Bomba ayude a desterrar.

DIRECCIÓN: Juan Cáceres

PROTAGONISTAS: Steevens Benjamin, Junior Valcin, Alfredo Castro, Blanca Lewin, Gastón Salgado

GÉNERO: Drama

CALIFICACIÓN: Para todo espectador mayor de 7 años