Playmobil, la película: Muñecos gallardos
El debut animado de la popular línea de juguetes de plástico no es Lego, la película, pero algo consigue. Es cine para niños, después de todo, aunque no excluye al resto.
Si hay películas de la danesa Lego, por lo demás exitosas, ¿porque habría la alemana Playmobil de quedarse (tan) atrás? Un razonamiento de este tipo debe haber dado origen al nuevo estreno para chicos y grandes, pero sobre todo para chicos.
Basureada por la crítica de distintas latitudes, llega Playmobil, la película, que no es lo ingeniosa y diablilla de Lego, la película, pero tampoco es el bodrio que han pintado. Tiene lo suyo y no habría que ignorarlo.
Esta producción inhabitualmente multinacional (Francia, Alemania, Canadá, China, EEUU, Nigeria, India, Reino Unido y Tanzania) se sostiene en la historia de dos hermanos neoyorquinos, Marla y Charlie (Anya Taylor-Joy y Gabriel Bateman), que en el arranque se enteran del fallecimiento de sus padres.
Cuatro años más tarde, el menor de los hermanos escapa de la casa, y la mayor, la responsable, va detrás suyo gracias a un GPS. Y es así como ambos van a parar a la sede de un evento juguetero.
Acá es donde no solo encuentran una miniexpo de los popularísimos muñecos de plástico de 7,5 cm. También, y por esas magias inexplicables y necesarias, se transportan al mundo Lego: se convierten en esos seres simpáticos que ahora corren como alma que lleva el viento, que enfrentan mil peligros y que echan bromas como si no hubiera un mañana.
La película se desarrolla en multitud de escenarios: desde las montañas nevadas hasta una ciudad tipo Roma antigua, Constantinópolis. Y tiene un par de personajes divertidos, incluido un James Bond medio chanta cuya voz original –audible en la versión subtitulada que no habrá en Santiago, pero sí en Curicó- es la de Daniel Radcliffe, el mismísimo Harry Potter.
Ahora, no es más que eso: no adula nuestros sentidos con demasiadas ideas ni sentido de la originalidad, ni inventa la rueda de la comedia animada digital. Pero de ahí a masacrarla…
Sospecho –tengo pruebas y también tengo dudas- que tanta mala onda con la película pasa ante todo por lo que no es. Por ejemplo, que no es un producto listillo con foco adolescente/pop, como la Lego original, con la que inevitablemente se le compara (y que es buenísima, agreguemos).
Esto es lo que solíamos llamar cine infantil (para 10 años y menos), que sin embargo no excluye al resto. Es lo que hoy llamamos, a pesar de los pesares, un panorama de finde.
DIRECCIÓN: Lino DiSalvo
PROTAGONISTAS: Anya Taylor-Joy, Gabriel Bateman, Jim Gaffigan
GÉNERO: Animación
EDAD: TE
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