Serena Scott Thomas, Naomi Watts y Emma Corrin son algunas de las actrices que han encarnado a la desaparecida Diana, Princesa de Gales, en pantalla. Una lista en expansión a la que se suma Kristen Stewart con su rol protagónico en Spencer.
La película dirigida por el chileno Pablo Larraín que se titula con el apellido que Diana Frances tenía de soltera, antes de casarse con el heredero a la Corona Británica, el Príncipe Carlos, y vivir una espiral de emociones y conflictos en medio del lujo y el boato.
Y es esencialmente esta experiencia la que busca retratar el largometraje basado en un guión del británico Steven Knight (Promesas del este, Logan), que ficciona la realidad para mostrar cómo la desaparecida Diana toma la decisión de terminar con su matrimonio.
Una “fábula basada en una tragedia real”, como lo enfatizan las palabras que en un fondo negro se toman los primeros segundos del metraje, para luego dar paso a un relato que abarca tres días durante las festividades navideñas, partiendo en el de Nochebuena.
La jornada de diciembre de 1991 que se inicia de madrugada, cuando un contingente de soldados llega hasta Sandringham House, una de las residencias de la Reina Isabel II, para dejar los ingredientes con los que más tarde los cocineros prepararán sus especiales platos.
Una tarea esencial para alimentar a la Familia Real que un experimentado grupo realiza bajo las órdenes del Chef McGrady (Sean Harris). El mismo que luego ayudará a Diana (Stewart) a encontrar el camino a Sandringham cuando ella se pierde con su auto.
El final de un supuesto cuento de hadas
Pero antes de retomar el viaje a la palaciega morada, la princesa decide hacer una parada en un campo cercano, que era parte de la antigua residencia de la familia Spencer, donde descubre un espantapájaros que aún viste una chaqueta que perteneció a su padre.
La cual lleva con ella al llegar a destino, donde la esperan para cumplir con la tradición de pesarse, como lo hacen sus familiares políticos, para comprobar al final de su estadía si disfrutó de los manjares de las diferentes comidas que la esperan.
Uno de los tantos detalles a su alrededor que la ahogan y la complican, y hacen de la visita festiva un tormento, donde la compañía de su Vestidora Real, Maggie (Sally Hawkins) le ofrece consuelo, al igual que las conversaciones con sus pequeños hijos.
Sin embargo, la relación con Carlos (Jack Farthing) es cada día menos llevadera, más al saber que el collar de perlas que le regaló es igual a otro que le dio a su amante. Un estado nervioso que se refleja en sus constantes visitas al baño a causa de la bulimia.
El que solo empeora cuando a Maggie la envían a Londres y la abruma la presión del Mayor Alistair Gregory (Timothy Spall). Sin olvidar la obsesión con Ana Bolena y su drama, que surge cuando comienza a leer un libro sobre la trágica reina del siglo XVI.
Una suma de presiones, nostalgias y hasta alucinaciones, con la que Spencer retrata con mucho de ficción el inicio del final de Diana como esposa de Carlos. En el cierre de un “cuento de hadas”, donde Kristen Stewart despliega todo su talento al encarnar a la atribulada Lady Di.
FICHA TÉCNICA
DIRECCIÓN: Pablo Larraín
PROTAGONISTAS: Kristen Stewart, Timothy Spall, Jack Farthing, Sean Harris, Sally Hawkins
GÉNERO: Drama/Biografía
EDAD: Para todo espectador mayor de 7 años
DISTRIBUIDORA: Diamond Films Chile