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Tenet: el monumental y confuso juego temporal de Christopher Nolan

Este jueves, el director británico finalmente llega a los cines locales con su última realización, donde el espionaje se une a cambios en el flujo del tiempo. Un juego audiovisual y narrativo que debe disfrutarse en pantalla grande.

Foto: Promocional

Este jueves, el director británico finalmente llega a los cines locales con su última realización, donde el espionaje se une a cambios en el flujo del tiempo. Un juego audiovisual y narrativo que debe disfrutarse en pantalla grande.

El cine de Christopher Nolan nunca ha sido fácil, ya que siempre ha apostado por personajes complejos y tramas que pueden confundir a los que están poco atentos. Algo que reafirma, y de manera más que evidente, con su última e impresionante película: Tenet.

Una realización que llegaría a las salas del mundo en julio de 2020, pero que por la pandemia tuvo que esperar hasta agosto de ese año para debutar en cines de Inglaterra y poco después en los de EE.UU., ya que Nolan se negaba a su estreno en otras plataformas.

El debut que para nuestro país se hizo esperar aún más, pero que por fin se concreta en los cines ubicados en comunas en fase 3 y 4, y con todos los protocolos necesarios. Y para el cual el espectador debe estar dispuesto a poner a prueba su raciocinio y sentidos.

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Ya que nuevamente, y como ha hecho desde la cinta que lo hizo notar, Memento (2000), hasta su mirada a la Segunda Guerra en Dunkerque (2017), el británico desafía al espectador. Y lo hace en Tenet jugando con el flujo del tiempo en medio de espías y un gran villano.

Un relato que se inicia con una escena bastante normal para las películas de espionaje, cuando terroristas irrumpen la presentación de una orquesta en la National Opera House de Kiev. Ataque que provoca la aparición de fuerzas especiales ucranianas.

Un agente contra una amenaza mortal

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Dentro de las cuales se infiltra un grupo de estadounidenses que tiene una misión diferente e incluye a un agente, al que se conocerá como El Protagonista (John David Washington), que debe rescatar a un dignatario que conoce la ubicación de un elemento clave.

Pero luego de cumplir su misión, al espía lo toman como rehén y lo torturan mercenarios rusos, hasta que logra ingerir una pastilla que le quita la vida. Sin embargo, despierta a bordo de un barco, donde uno de sus jefes le explica que estuvo varios días en coma.

Y aquí es donde recibe una misión que se relaciona con una nueva Guerra Fría y para la cual tendrá como salvoconducto la palabra “tenet”. Es así, y tras un viaje en la clandestinidad, que llega hasta donde una científica que le habla de una amenaza mayor.

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La que implicaría la destrucción del mundo con algo peor que la bomba nuclear y un concepto relacionado con la entropía al revés -desde acá ya las cosas para el espectador menos atento se complican-, donde las armas pueden funcionar de manera invertida.

Desde ese momento comienza el recorrido de El Protagonista por distintos rincones del mundo -y el de alguna parte del público por su mente en busca de respuestas-, que primero lo lleva hasta Bombay, donde debe reunirse con un traficante de armas.

Un desafío al intelecto y los sentidos

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Una misión donde se une al agente Neil (Robert Pattinson) que lo ayudará a ingresar al departamento del traficante, que resulta ser una mujer llamada Priya (Dimple Kapadia). La cual le revela que tras el fenómeno con el tiempo se encuentra un oligarca ruso.

Este es Andrei Sator (Kenneth Branagh) y la única forma en que puede llegar hasta él es a través de su esposa británica Katherine (Elizabeth Debicki). Lo que para El Protagonista implica un nuevo viaje, a Londres, y el posterior encuentro con su peligroso antagonista.

Varios pasos más en este mundo de espionaje versión 2.0, donde los protagonistas no solo saben de armas sino también de cronologías invertidas -específicamente sobre la Teoría de Feynman y Wheeler-, y una gran amenaza que se gesta desde el futuro.

Los ingredientes esenciales y desconcertantes de Tenet, la última aventura fílmica de Nolan, que reafirma su posición como uno de los directores más cerebrales, que acá expone además reflexiones como si destruir los errores de generaciones pasadas salvarán el futuro.

Una singular opción narrativa donde son claves las escenas de acción, con peleas y persecuciones con elementos y personas que retroceden y avanzan al mismo tiempo; que se magnifican con la fotografía de Hoyte van Hoytema y la música de Ludwig Göransson.

Un juego audiovisual y narrativo que desafía al intelecto y los sentidos, y que por momentos puede confundir, pero ofrece uno de los relatos cinematográficos más atractivos del último tiempo, que, con todas las medidas sanitarias, debe disfrutarse en pantalla grande.

¿Y en qué cines puedes ir a verla? Acá te contamos dónde.

DIRECCIÓN: Christopher Nolan

PROTAGONISTAS: John David Washington, Robert Pattinson, Elizabeth Debicki, Martin Donovan, Michael Caine, Kenneth Branagh, Clémence Poésy

GÉNERO: Acción / Ciencia ficción / Suspenso

CALIFICACIÓN: Para mayores de 14 años

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