Carlos Pascal no es chef, es un arquitecto que en 2009 abrió en Madrid un centro de cocina, que no es un restaurante, sino un lugar donde se hacen eventos y, por cierto, clases de cocina.

Se trata de un panorama que puede durar más de cuatro horas y donde lo más importante es la sobremesa, durante la cual se comparten y se prueban los platos.

La experiencia llamada “Kitchen Club SCL” abrió la semana pasada en Chile, en una especie de gran galpón refaccionado en plena Av. Kennedy, con una cocina moderna.

Ahí se pueden tomar más de 15 talleres de diferentes comidas, como la nikkei, la italiana (se aprende a hacer pastas frescas y salsas) y la peruana. Cada uno cuesta desde $ 45. 000 e incluyen todo lo necesario; hasta los vinos para maridar lo preparado.