El boom de las teleseries de Turquía tiene a medio Chile pegado a las pantallas de TV. Sepa dónde ir a probar su gastronomía para conocer más acerca de su cultura.
* Meze. El chef y dueño de este nuevo restaurante turco de la calle Manuel Montt se llama Onur, igual que el protagonista de Las mil y una noches. Eso sí, su apellido es Erdemir y llegó hace cuatro años a Santiago. Hace tres meses abrió este local que tiene comida típica. Parta con sus pequeños fríos o calientes, que se sirven antes de la comida principal y que son el fuerte de la carta. Entre ellos destaca el “saksuka”, berenjenas y zapallitos fritos con salsa de tomate y yogur ($ 2.250); también el humus ($ 2.850), esa pasta de garbanzo con tahine en la que se unta el pan pita. En aperitivos calientes, pida el “sigara borek”, minirrollos de masa filo rellenos con queso de cabra y perejil frito ($ 2.750). Si quiere fondos, el “begendili kusula” no le hará olvidar cómo comen en Turquía: un cordero grillado con puré de berenjenas y queso ($ 9.750).
* Doner House. De dueños turcos también, este restaurante está a pasos del Metro Manuel Montt. Es pequeño pero con buena comida turca al paso. Pida sus famosos “kebab”, esa especie de burritos rellenos con vacuno, lechuga, cebolla, tomate y salsa de yogur (con bebida o jugo, $ 4.490), o el “pide kusbasili” ($ 4.490)”, una masa blanca y grande acompañada de vacuno, queso y tomate, más ensalada de zanahoria, lechuga, repollo y salsa de yogur. La pizza turca ($ 3.490) merece atención también: en formato individual, lleva sólo carne molida aliñada en una juguera con pimentón, tomate y cebolla. Para tomar hay bebidas tradicionales ($ 990) y, por supuesto, café turco ($ 1.100) y “ayran” ($ 990), su bebestible tradicional elaborado con yogur, sal y agua. Como dato, el sábado preparan sopa de lentejas rojas, justo el día que van más turcos a comer al local. Para los que viven en el sector oriente de la capital, hay otra sucursal en el Subcentro del Metro Escuela Militar.
* Bombón Oriental. Su origen no es de Turquía, pero la señora Yolanda Mansilla lleva en su local más de 30 años preparando al pie de la letra los famosos dulces de Oriente. Entre ellos, delicias turcas como el “rahat lokum”, unos dulces gelatinosos elaborados con rosas. Acá tienen cerca de 20 variedades, con damascos, pistachos, nueces, amapolas y muchos otros sabores (100 gr, $ 4.000). Infaltable es el café ($ 1.800) hecho a la turca, en una jarra de cobre que le da otro sabor.
* Rincón Arabesco. Está en Patronato y tiene cuanto producto imagine de Medio Oriente. Sus dueños son sirios y llevan años importando muebles, instrumentos, ropa, especias y diferentes utensilios árabes y turcos que a usted le pueden interesar. Hay lindas cafeteras ($ 38.000), ojitos turcos ($ 2.000) y narguiles ($ 10.000 a $ 120.000), esos utensilios que sirven para fumar tabaco. Eso, además de café con y sin cardamomo ($ 3.500 aprox.); raki, el licor tradicional anisado ($ 6.000 a $ 11.000), y hasta tespih (entre $ 5.000 y $ 30.000), el rosario famoso que rezan en ese lado del mundo.