Por Darío Zambra

El secreto mejor guardado del barrio Yungay es La Chipriota, esa cocinera, llamada Myrto Paschalidou, que llegó a Santiago desde Chipre y que prepara, de forma casera, unos irresistibles panes y postres tradicionales mediterráneos.

La conocimos el año pasado a través de sus redes sociales, donde sube fotos de delicias como la karidópita, un pastel de nueces bien humedecido con jarabe de cacao y con una capa de pasta de avellanas encima; o la eliópita, una masa suave que se rellena con aceitunas, hierbabuena, cebolla y aceite de oliva.

Son todas preparaciones que sólo se venden por encargo y que entrega en su casa del barrio Yungay, la misma donde estrenará, esta semana, sus clases de cocina.

Ahí, en un espacio renovado dentro de su hogar, partirán este sábado los talleres, donde enseñará a preparar recetas tradicionales de Chipre, que están influenciadas por las cocinas de países cercanos del mediterráneo, como Grecia, Siria y Turquía.

Durarán tres horas y ahí, además de enseñar dos preparaciones -como el eliópsomo, un pan crujiente por fuera y esponjoso por dentro, aderezado con aceitunes, cebolla y hierbabuena-, contará la historia de esas recetas, muchas heredadas de su abuela. Al final de cada clase, probará lo que cocinó acompañado de una copa de vino. Cada taller cuesta $ 25.000 por persona.

Aunque la primera clase ya tiene los cupos vendidos, Myrto anunciará otras pronto a través de sus redes sociales. También puede enterarse de las próximas fechas suscribiéndose al mail list que está en su web.

Por esa misma vía avisará de su próximo proyecto: las cenas escondidas que serán todo un imperdible y que podrían partir en agosto próximo.

SITIO: www.lachipriota.cl