El chocolate es el protagonista en esta exquisita cafetería, que se caracteriza por su tentadores platos que contienen chocolate en todas sus formas: en waffles, en fondue, en postres, en shakes, en bombones y hasta sobre una pizza dulce.

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En Santiago hay un lugar perfecto para pasar el frío: Brussels Heart of Chocolate. Aunque, en realidad, dan ganas de ir en cualquier época del año.

Si eres dulcero o dulcera, seguro lo conoces, porque es el paraíso del chocolate. Ahí, puedes probarlo en distintos formatos: en fondue, en waffles, en postres, en bombones y por supuesto en el clásico chocolate caliente.

Este último es un hit en los días de frío, porque lo sirven calentito, espeso y con base de tres chocolate que puedes elegir: amargo, blanco y de leche.

Lo que lo hace especial es la forma en que lo preparan, porque es en base a un ganache que se prepara con crema, para darle consistencia.

Puedes ir a probarlo a cualquiera de sus cinco locales. El más conocido es el de Providencia, que está en la calle Santa Magdalena, a sólo cuadras del Metro Los Leones.

Pero también tienen locales en el barrio Lastarria, en Las Condes y en los malls Plaza Oeste (Cerrillos) Vivo Los Trapenses (Lo Barnechea).

Todos tienen la misma carta y una estética similar: con estufas, carteles sobre el chocolate y vista a la cocina, donde puedes ver cómo preparan el ganache y otras delicias.

Chocolate caliente para abrigarse

Como ya te contábamos, si vas en invierno un imprescindible es el chocolate caliente.

Lo preparan con tres variedades de chocolate belga que poseen distintos porcentajes de cacao y se cocina con crema por largas horas.

Te recomendamos pedir el Sydney ($ 3.700), un chocolate caliente blanco que preparan con caramelo salado.

Otro imperdible es el Chocopops ($ 4.300), que viene con bolitas de chocolate crujientes, que puedes pedir amargas, de leche o blancas.

Si quieres probar un sabor distinto, pide el Mexicano ($ 3.500), que es picante y viene con un toque de merkén y canela.

Por supuesto que también lo tienen en su versión clásica ($ 3.500), y americana ($ 3.700), en la que le agregan marshmellows. 

Lo mejor es que todos los chocolates calientes te los sirven en un tazón sin asas, para que te entibie las manos mientras lo tomas.

Además, tienen café, infusiones, jugos y opciones más de verano como los frappes de fruta, smoothies y unos shakes bien contundentes en base a ganache y con extras como mantequilla de maní, helado, galletas y más.

Tentaciones en Burssels Heart of Chocolate

No sólo el chocolate caliente es un imperdible de Brussels Heart of Chocolate. También tienen varias exquisitas opciones de comida, donde por supuesto el chocolate es el protagonista.

Uno de los hits de la carta es el fondue ($ 14.900), que viene con un bowl de frutas de estación, cubitos de waffle belga y marshmellows, además de por supuesto chocolate de leche y amargo derretido.

Otro mega recomendado es el waffle Brussels ($ 7.000), que es de masa crujiente, cubierto con chocolate de leche belga y topping de frutillas y crema chantilly.

Hasta una pizza ($ 8.200) de chocolate tienen en Brussels Heart of Chocolate, con ingredientes que puedes elegir como chocolate blanco, de leche, amargo, marshmellows y plátano. 

Puedes pedirla en su opción vegana, que es con chocolate amargo y frutas.

Además, en este local encuentras un postre del mes, que va cambiando y permanece en la carta por sólo 30 días. Al final del año, la idea es que votes por tu favorito y el ganador se queda definitivamente en la carta.

Uno de los favoritos de años anteriores fue el pie de Snickers ($ 7.800), que tiene base de galleta de chocolate, rellena con toffee y maní, además de trufa de maní bañada en chocolate. Viene con helado de vainilla y salsa de chocolate. Una delicia  contundente para los más dulceros y dulceras.

Hace poco incorporaron también a la carta unos tentadores bombones, que vienen en una caja perfecta para regalar. La idea es que tú elijas tus sabores favoritos, y hay de manjar, caramelo salado, frambuesa, brandy, menta limón, entre varias más.

La gran novedad es que algunos vienen con chocolate ruby, uno de origen brasileño y ecuatoriano que es naturalmente de color rosado.