Por: Damaris Torres Fecha:22 Nov 2018

La linda y rica cafetería vegana que tienes que probar en el barrio Brasil

Justo frente a la plaza Brasil está la cafetería vegana Veg & Bake que abrió hace unos meses y que vale la pena ir a probar. Es probable que te hagas adicto.

Justo frente a la plaza Brasil está la cafetería vegana Veg & Bake que abrió hace unos meses y que vale la pena ir a probar. Es probable que te hagas adicto.

Abrió hace cuatro meses y rápidamente la cafetería vegana Veg & Bake se convirtió en uno de los lugares preferidos de los transeúntes del barrio Brasil.

Y cómo no, si este local ubicado en el segundo piso de un edificio del s. XIX frente a la plaza que le da el nombre al barrio (por calle Compañía), destaca por el lindo diseño -las paredes están pintadas de colores pasteles y hay adornos que combinan-, y la comodidad.

Su dueña es la joven repostera vegana Paula Ibarra de 26 años, quien se lanzó con este proyecto para desmitificar que la comida sin proteína animal es más costosa.

¿Qué probar?

Independiente que seas o no vegano, anda a degustar las delicias que prepara la repostera, porque realmente te sorprenderás de las texturas de las masas que elabora: no son para nada secas, sino mojaditas y ultra sabrosas.

Por ejemplo, su “cheesecake de maracuyá” ($ 2.990) que cocina con una masa hecha con margarina vegetal y con un blando relleno de tofu que es la proteína de la soya, además de una gelatina a base de algas que, por supuesto, no se siente al sabor marino. Ademas de contundente fruta natural.

Otra opción es la “tarta de frambuesa limón” ($ 2.490), una delicia bien fresca y perfecta para las temporadas de más calor porque tiene la cuota justa de acidez. Acompañan el generoso trozo con unos crujientes merenguitos hechos sin huevo, sino que con aquafaba, el agua de los garbanzos.

Degústalos con una taza de café colombiano o con una tetera del té valdiviano de la marca Sensorial que tiene petalos de rosa, naranja, caléndula o flores de malva.

Si prefieres lo salado, no dudes en partir para allá. Ahí también tienen unos sánguches perfectos en tamaño y en sabor.

Entre ellos el “vaquita feliz” ($ 3.800) hecho con pan casero, además de seitán, una carne vegana en base a harina de gluten que ahí hacen muy sabroso y bien condimentado de sabor muy parecido a un bistec, pero lo diferencia su textura más suave. También lleva queso sin proteína animal, cebolla caramelizada y mayonesa, que es una emulsión en base de leche de soya con aceite vegetal y sal de mar.

¿Otra opción? Las pizzas. Las hace con masa artesanal, salsa de tomate y queso casero e ingredientes de temporada ($ 2.000 el trozo). Simplemente imperdible.