Diez maneras distintas de recibir el 2015
En la última noche del año hay mucho más por hacer que cenar pavo relleno y mirar los fuegos artificiales. En Santiago y en regiones, se programaron varias celebraciones fuera de lo común para esperar el 2015, con precios para todos los bolsillos: desde los $ 120.000 de una fiesta con música en vivo sobre un barco en Valparaíso, hasta los $ 260.000 de una escapada a un lodge de montaña junto a un lago sureño.
Escapada al sur de Chile
Si lo que busca es huir del bullicio de una celebración en la ciudad, no lo piense dos veces: el hotel boutique Marina Del Fuy, en la Región de los Ríos, es el equilibrio perfecto entre naturaleza y lujo. A sólo cinco kilómetros de la Reserva Biológica Huilo Huilo, permite disfrutar de los paisajes de los Andes patagónicos sin dejar de lado las comodidades de un lodge de montaña que sabe cómo consentir a sus huéspedes.
Con sólo 21 habitaciones -lo que asegura un servicio personalizado-, todos los rincones del hotel tienen vista al Lago Pirehueico y el Volcán Mocho Choshuenco; escenarios que permiten una total desconexión -si es así como quiere despedir el año.
Su oferta para recibir el 2015 contempla dos noches, pero se pueden agregar hasta cuatro más por un monto adicional desde $ 50.750 por noche. Ojo que esta promoción es válida entre el 27 de diciembre y el 3 de enero, e incluye una cena y un brindis la noche de Año Nuevo, desayuno buffet, una sesión de tinas calientes de una hora con vista al lago, un late check-out, y una visita autoguiada a los saltos de Huilo Huilo, el Puma y la Leona. Durante el paseo se pueden avistar jabalíes y ciervos, y si se quiere hacer una pausa en el trekking, la entrada al Museo de los Volcanes está incluida.
Para relajarse tras la caminata, puede elegir entre la piscina exterior o los jacuzzis, y cerrar la tarde con una copa de vino en el salón de lectura. No se vaya sin probar la carta 100% local del restaurant Agua Fuy, con carnes y materias primas de la temporada.
Para llegar al hotel, debe saber que los pasajes aéreos a Temuco y Valdivia van desde $ 90.500, dependiendo del día y la aerolínea.
En helicóptero a la celebración
Si quiere celebrar sin preocupaciones ni malos ratos, especialmente determinados por los tacos, Enjoy ofrece un exclusivo panorama en su hotel en Viña del Mar. Es costoso, pero para los que odian los atochamientos y pueden desembolsar cerca de un millón de pesos, es un panorama perfecto.
El programa contempla dos noches de alojamiento (la del martes y la del miércoles), la cena del 31 y acceso a la fiesta del club Ovo Night. Además, incluye un servicio que es todo un lujo: un viaje en helicóptero desde Santiago hasta sus dependencias y viceversa. Usted decide la hora a la que quiere volar y el lugar de despegue (Aeródromo de Tobalaba o el de Vitacura). El traslado hasta el helipuerto de Las Salinas, en Viña, dura apenas 35 minutos. Desde ahí, una van lo llevará hasta el Hotel del Mar, ubicado en la céntrica Av. San Martín.
Para botar las tensiones acumuladas en el año, puede relajarse en su spa, que cuenta con sauna, piscina temperada y baños de vapor.
La cena de Año Nuevo la degustará en el restaurante del recinto, La Barquera. El menú parte con ostras frescas, jamón de ciervo ahumado y patas de centolla magallánica. De fondo, puede escoger entre trucha rellena con ricota de cabra ahumada y alcauciles, o una plateada de wagyú con croute (un tipo de paté) de mollejas y semillas de maracuyá. Los abrazos y el brindis a la medianoche serán en el mismo comedor, con vista a la bahía y a los shows de fuegos artificiales en la costa.
Pasadas las 12.30 AM se abrirán las puertas del club Ovo Night, donde habrá una fiesta con Djs y bar abierto toda la noche. También podrá acceder al casino si lo desea, porque todas las instalaciones funcionan en un mismo recinto.
Cenas listas para disfrutar en casa
Si su opción es celebrar en la casa, no tiene por qué caer en el cliché del pavo relleno. Tampoco estresarse por cocinar para todos los invitados. Puede evitarlo y dedicarse sólo a celebrar eligiendo alguna de las lternativas de reparto a domicilio que funcionarán la noche del 31. Una opción es Rocoto, que aunque abrió recientemente un restaurant en Las Condes, partió como un servicio de delivery de comida peruana, y cuenta con despacho en siete comunas de Santiago.
Su menú de Año Nuevo para cuatro personas ($ 58.690) incluye un tartar de atún como entrante, y un medallón de filete sobre risotto al ají amarillo de fondo. Sin embargo, el 70% de los pedidos para el 31 de diciembre -que se han triplicado desde el 2010- son de la carta tradicional, sobre todo picoteos como ceviches, pulpo al olivo, causas de pollo y atún y los menús para dos personas. Si ésta es su opción, asegure su pedido con tiempo: los aceptan hasta el día anterior a las 10 PM, y el 31 atenderán hasta las 4 PM. El costo del despacho varía entre los $ 1.600 y los $ 4.800, dependiendo de la comuna, y también se puede retirar el pedido en el local.
¿Otra opción? Guria, el clásico restaurante de cocina española, ofrece tres tipos de paella, que entregan con paellera incluida (se paga una garantía que se devuelve al momento de entregar la paellera). Un detalle para no dañar la presentación.
Hay tres opciones: una mixta, con productos de mar y tierra; otra hecha sólo con mariscos y pescados; y una tercera sólo de carne. La más sabrosa es la mixta, con costillar, pollo, chorizo español, camarones, calamares y pimientos del piquillo. Una delicia. Puede calentarla directamente en el horno o en los quemadores de la cocina.
De todas maneras le entregarán una porción de caldo, para que vaya incorporándolo mientras la calienta, y así no se le reseque al calentarla. Puede encargarla y retirarla en el clásico local de Manuel Montt esquina Manuel Antonio Maira, o en el local abierto hace menos de un mes en Lo Barnechea. Debe encargarla al menos con cuatro días de anticipación. Los horarios de entrega en el local para el día 31 son a las 12 PM, la 1 PM y las 3 PM.
Un Año Nuevo natural
Los amantes de las actividades del aire libre pueden celebrar la llegada del 2015 fieles a su estilo de vida. ¿Dónde? En el parque natural San Carlos de Apoquindo, en la precordillera de Santiago, donde la empresa de deportes outdoor Benèssere organizó un trekking para esperar el 2015. Parte a las 9 PM del 31, junto a la entrada del Club Deportivo UC, en Las Condes.
Desde ahí subirán con un guía, Mario Valencia, por senderos rodeados de quillayes y por los que se cruzan animales que se dejan ver de noche, como las lechuzas. Será una caminata liviana, para que participen también niños desde los 10 años. La idea es llegar cerca de las 11 PM a un mirador natural, a 1.200 m altura, donde compartirán un cóctel y una cena. Es un menú sencillo pero infalible: pavo con ensaladas y torta de postre.
Justo a la medianoche brindarán con champaña y disfrutarán de los fuegos artificiales con una de las mejores vistas de la capital. El que mejor apreciará será el espectáculo pirotécnico del cerro Calán, aunque desde ahí también verá los de la Torre Entel.
Fiesta en medio de la bahía
No será necesario ir en busca de un buen mirador para ver los fuegos artificiales de Valparaíso, porque aquí estará en el lugar privilegiado: a bordo de un barco, el Perla Negra, en la misma bahía del puerto. La fiesta Embárcate dará la oportunidad a 100 pasajeros para que den la bienvenida al 2015 en medio del mar. Tendrá un bar abierto y música en vivo de Matanza, la banda electro-andina chilena de moda.
Ahí, apreciará los más de 15 km de fuegos artificiales desde el mirador del segundo piso del barco, junto a un cóctel y una copa de champaña. Para subir a bordo, tendrá que estar a las 7.30 PM en el Muelle Pratt, desde donde zarpará la nave. Partirá con un paseo frente a Concón y más tarde volverá a la bahía para disfrutar del mayor espectáculo pirotécnico de Latinoamérica. Si le gustaría vivir la experiencia con sus hijos, Embárcate tiene una versión familiar en otro barco. Ahí el chef preparará delicias como chupe de centolla. También habrá una barra y música ambiental.
El encanto de los hoteles porteños
Disfrutar los fuegos artificiales de Valparaíso desde un balcón privilegiado es el deseo de muchos. Por eso las reservas en los hoteles boutique que miran a la bahía ya están casi agotadas. Pero hay algunos que aún tienen disponibilidad y también programas que ofrecen mucho más que pasar la noche del 31. El sofisticado hotel Palacio Astoreca, en el cerro Alegre, tiene un programa para dos personas, de dos noches y tres días. Cuesta desde $ 1.300.000, valor que varía según la habitación. Algunas tienen terrazas; otras, balcón. Sea como sea, todas poseen un estilo que mezcla lo antiguo y lo moderno.
Si toma esta escapada, lo recibirán con un aperitivo en su terraza y una degustación de vinos en su estilosa cava. También tendrá derecho a usar su spa, con piscina temperada, y a disfrutar de la cena de Año Nuevo en su restaurante, el Alegre, uno de los mejores de Chile. El menú que preparó su chef, Francisco Araya (quien trabajó en El Bulli con Ferrán Adriá), incluye langosta en su jugo, lomo de angus y helado de violetas. La celebración seguirá con una fiesta en su terraza.
En el mismo cerro, hay otro hotel boutique que ofrece un programa atractivo para esperar el 2015. Se trata de uno nuevo, Casa Vander, que abrió hace cuatro meses en un caserón victoriano del Paseo Dimalow. Su promoción de Año Nuevo para dos personas, también de dos noches y tres días, cuesta desde $ 880.000 e incluye chocolates artesanales y espumantes de bienvenida, la cena de año nuevo, con pavo asado servido con papas duquesas hechas por la abuela del dueño, y una fiesta con bar abierto en su cava. Lo mejor es la increíble vista la bahía que hay desde los balcones de sus habitaciones y desde su azotea, espacio donde se hará el brindis justo a la medianoche.
Cenar y bailar en Sarita Colonia
Si quiere ir a este festejo de Año Nuevo, reserve ya. Sarita Colonia es el ondero restaurante de calle Loreto y una de las aperturas más comentadas de 2014. Tanto, que para sentarse en una de sus mesas hay que reservar con al menos una semana de anticipación. Visitarlo es toda una experiencia, por lo llamativo de su decoración kitsch en sus tres pisos y por sucautivante rooftop con vista al cerro San Cristóbal.
Para recibir el 2015 ahí, tiene dos opciones: ir sólo a la cena ($ 50.000) o quedarse también a su fiesta bailable, con música pop, house y pachanga ($ 80.000). Como era de esperar, el menú es 100% la “cocina peruana travesti” del local (como la define su dueño), porque aquí los sabores peruanos se fusionan con los de otros países, como Chile y China.
Puede elegir entre dos opciones de entrada: un tiradito de salmón a la llama con una salsa agridulce y picante; o una ensalada melosa de kiwicha (amaranto) y quinua con pulpo grillado. En cambio, los fondos para elegir son tres: cochinillo al vacío con salsa de rocoto, frutas salteadas y pastel de camote, membrillo y papitas; enrollado de pavo, relleno de frutas secas con salsa de maíz morado y cremoso de quinua; o corvina crocante con espuma de queso, ajo y hierbas, puré de pallares y verduras. ¿El postre? Un semifredo de chocolate y fruta de la pasión o cheesecake de chicha morada.
Ambas opciones, la cena y la fiesta, tienen barra abierta, con espumantes, vodka y whisky. Eso, además de los cocteles de la casa, como uno de los imperdibles, el Mátame, que se prepara con pisco peruano (más frutoso que el chileno), jugo de maracuyá y una reducción de zanahoria. La celebración termina en la madrugada con un aguadito de pollo, una reponedora sopa.
Despedir el año en casonas antiguas
Música del 2014 en un lugar del siglo XIX. Esa es la propuesta de la fiesta Año Nuevo Barcelona-Hola 2015, organizada por la productora Grupo Barcelona. Conocida por las fiestas de nicho que realiza durante todo el año, a las que se llega por el boca a boca -o si se tiene suerte, por las redes sociales-, su apuesta para recibir el 2015 es uno de los centros de eventos con más historia en Santiago: la Casona Morandé.
Famosa por su estilo neoclásico y por haber sido la residencia presidencial de José Manuel Balmaceda, es “un escenario a la altura de las expectativas de una fiesta de Año Nuevo”, dice Cristián Fritz, uno de los organizadores. Las puertas se abren a las 12.30 AM y se cierran a las 7.30 AM. Y aunque la capacidad es de mil personas, la promesa es festejar en un ambiente íntimo, con espacios cómodos y zonas de descanso; reforzando el que suele ser el cuello de botella de las fiestas masivas: la barra abierta. Para asegurar un servicio expedito, está contemplado personal suficiente para el doble de invitados que se esperan esa noche, divido en dos islas que suman 25 metros de barra.
Pensando en los gustos de su público habitual, personas “open-minded” de entre 23 y 40 años, habrá dos pistas de baile. Los Djs Camilo Ebensperger e Ignacio Redard estarán en el salón principal a cargo del pop, dance, hits de los 80 y 90, pachanga y reggaetón. El segundo ambiente, en cambio, será de la electrónica, principalmente house y tribal. En las perillas estarán Felipe Sepúlveda y Juan Enrique Quiñones.
Unas cuadras más arriba, en el Barrio Brasil, Minister Good Vibes New Year realizará una fiesta aún más de nicho y aún más heterogénea: su público son adultos desde los 25 años en adelante, y en el gusto por buscar siempre nuevas locaciones y lugares escondidos, el 31 de diciembre celebrarán en un hostal para extranjeros, quienes serán los primeros confirmados en la fiesta. El edificio es una casona que mantiene su aire aristocrático y destaca por sus ambientes al aire libre, amplios salones, dos pistas de baile y una barra con precios módicos en vez de consumo libre. La música será rock y pop indie, aunque Ignacio Chilet, uno de los organizadores, no descarta “una que otra cumbia”.
En la azotea del hotel de moda
El Renaissance aún no cumple un año y ya está convertido en uno de los hoteles de moda en Santiago. Su celebración de fin de año es un imperdible, porque incluye una cena en su reconocido restaurante, Catae, y una fiesta en su azotea techada, en el piso 16. La cena será un buffet con énfasis en los pescados y mariscos. Su fiesta, en tanto, partirá a las 12 AM en la terraza con vista de 360 grados, desde donde se aprecian varios shows pirotécnicos. Un Dj animará la noche.
La mejor vista de Santiago
Se llama Morotola Le Mart 2015 y se hace en la EnoteK, el centro de eventos en la cima del cerro San Cristóbal. ¿Lo mejor? Su vista completa a la ciudad, todo un privilegio para esta noche. El precio varía de acuerdo al espacio y la calidad de la coctelería, y va desde los $ 25.000 por la entrada básica, con barra abierta, hasta los $ 800.000 por una mesa VIP para 10 personas, con menú de pizzas a cargo del bar Taringa. Tendrá dos pistas donde bailar toda la noche, una con elctropop y otra más pachanguera.
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