Dónde reservar para el Año Nuevo
La del 31 de diciembre debe ser la fiesta más esperada y celebrada del planeta. Eso sí, los que prefieren festejar de mantel largo o bailando hasta la madrugada en un lugar de lujo deben cumplir un ritual previo: reservar. Aquí, 10 panoramas para que anote y llame, desde un brindis en la terraza porteña más ondera, hasta una comida estilo francés, con centolla y langosta. Aún está a tiempo.
Por Equipo Finde.
Algunos prefieren la tranquilidad de la casa para recibir el Año Nuevo. Con una comida sencilla es suficiente. Pero hay otros que optan por festejar con todas las de la ley. Lo suyo son preparaciones de lujo, champaña para brindar y una fiesta de amanecida. Para ellos hay varias opciones: desde las cenas con vista inmejorable a los fuegos artificiales en Valparaíso, hasta un festejo en una terraza santiaguina que asegure una buena foto panorámica. ¿Qué tienen en común? Son celebraciones con alta demanda y para ésas hay que reservar con días de anticipación. Elija, tome nota y llame pronto, para que le guarden su cupo.
En un cinco estrellas
Punto Ocho es el restaurante ubicado en el último piso, el octavo, del recién inaugurado Hotel Cumbres Lastarria, en el corazón del barrio del mismo nombre. Tiene acceso a dos terrazas ubicadas en el mismo nivel, con vista al oriente y poniente, donde de seguro podrá ver los tradicionales fuegos artificiales de la Torre Entel. Ahí tienen programado un menú de cuatro tiempos, más un sorbete de limón y pisco, que llegará entre las entradas y fondo para cambiar el sabor (cuesta $ 60.000).
Se trata de una entrada fría que es una masa de milhojas con foi gras, con reducción de vino y verduras; una entrada caliente que es un raviol de masa hecha en el lugar, relleno de langosta y ostiones; de fondo, filete de vacuno sellado y una brocheta de camarones, tomates frescos con aceite de trufas, acompañado de un quiche de champiñones y espárragos salteados. Incluye dos bebidas, consumo ilimitado de vino y una copa de espumante para brindar después de las 12. Habrá uvas y lentejas para los supersticiosos. Si quiere ir con niños, también hay algo pensado: filete y papas duquesas caseras ($ 35.000, para menores de 12 años).
En el mismo barrio está The Singular Santiago Hotel, uno de lujo de los mismos dueños de la sede de Puerto Natales, el que ganó en 2014 el premio Travellers’ Choice, de TripAdvisor. Ahí, en el restaurante ubicado en el primer piso, con terraza, podrá disfrutar de una cena a cargo del chef francés Laurent Pasqualetto, que fusiona ingredientes locales –principalmente de la Patagonia– con técnicas y recetas de la cocina francesa. El resultado es más que sabroso.
Su menú ($ 140.000) parte con una causa de centolla de aperitivo; langosta tibia con una suave salsa al limón y verduras crocantes de entrada; filete con foi gras acompañado con papas y verduras. ¿De postre? Una degustación de chocolates. Incluye una copa de champaña, dos de vino, whisky y otra copa de champaña, que podrá beber en la azotea que está en el noveno piso y que tiene un bar y una piscina con vista a los fuegos artificiales del centro. Para reservar debe pagar por anticipado.
Al hablar de terrazas en Santiago, imposible no recordar la del restaurante Zanzíbar, esa que se convirtió en un hit apenas abrió en 1999. Al principio era completamente abierta, pero luego se encarpó. Ahora acaba de reinaugurarse con la gracia que la hizo famosa: comer rico viendo el cielo.
Puede dar la bienvenida al 2016 mirando las estrellas en la cena que armaron ahí para este 31. El menú cuesta $ 79.000 si lo paga hasta el miércoles 30, y $ 89.000 si lo hace el mismo 31. Se trata de una combinación de sabores con toques peruanos, japoneses y marroquíes, entre otros, y con cinco platos, cada uno maridado.
Parte con un cóctel que puede ser un bubble red, con espumante, albahaca y limón de Pica, y tres aperitivos, que son foie gras, un camarón grillado sobre una ensalada de quínoa, y un rollito de zapallo italiano con caviar de salmón. Luego, viene un tataki (poco cocinado) de filete de wagyú en aderezo de mango y menta sobre puré de arvejas.
De fondo, atún en tempura sobre ensalada de wakame (alga), rúcula y papas. Todo eso, más otro plato de fondo: ternera al vino tinto con trufas, jamón de bellotas y puré de verduras. De postre, bombón de chocolate belga y frutos rojos con sandía confitada y helado de harina tostada. Incluye vino, la copa de espumante para brindar y cotillón.
Ahora bien, si lo que quiere es estar en una fiesta como las que se hacían en el Caribe en los años 50, prepare su traje más glamoroso y vaya listo para bailar mambo, ese cadencioso ritmo llevado a su máxima expresión por Dámaso Pérez Prado a mediados del siglo pasado. Ese será el compás clave en la celebración del hotel Grand Hyatt Santiago.
El baile comenzará justo después de los fuegos artificiales que se lanzan en la terraza del hotel. Tras 15 minutos de estruendos y colores en el cielo, vendrá la música en vivo con clásicos como Mambo N° 8 y Mambo N° 5, más otros ritmos para lucirse en la pista, como el boogaloo y el chachachá. En total, un grupo de 35 bailarines y músicos estará a cargo del espectáculo, que irá rodando por todos los rincones del hotel, desde los jardines que están al borde de la piscina, hasta el bar Duke’s.
No crea que el hotel se olvidó de la comida. Hay varias opciones, pero la más completa es la que incluye cena en los restaurantes Senso y Anakena. Ambos estarán abiertos desde las 8.30 PM con sabores del mediterráneo, Tailandia y Japón. ¿Qué podrá probar en Anakena? Un gran buffet tailandés, con platos como los satays, parecidos a las brochetas, de pulpo, salmón o cerdo. De postre, no se pierda la tapioca de maracuyá, mezcla perfecta entre dulzor y acidez. Esta opción da derecho a barra libre de jugos, cerveza, vinos y cocteles para la fiesta ($ 275.000 p/p).
Al ritmo de Valparaíso
En Valparaíso hay varios lugares donde convertir las últimas horas de este año y las próximas del siguiente en un momento realmente especial. Lo bueno es que todavía hay cupos para no quedarse fuera.
En Palacio Astoreca -esa casona de 1920 que tras una restauración del arquitecto Mathias Klotz se convirtió en el hotel más exclusivo del Puerto- armaron un programa especial de Año Nuevo. Cuesta desde $ 1.147.800 e incluye una noche de alojamiento, la cena de la noche del 31 en su restaurante Alegre y una fiesta con bar abierto. Todo para dos personas.
Puede comenzar sacándole provecho a su estadía esa misma tarde, relajándose en el spa del lugar, donde puede nadar en su piscina temperada y luego sentir el aire porteño sumergido en un hot tube al aire libre.
A las 8 PM comience a calentar motores para recibir el nuevo año. Baje hasta la terraza, que tiene vista a toda la bahía, donde lo esperarán con un aperitivo. La cena partirá con tartare de carne de angus y terminará con un postre sorpresa preparado por un invitado especial para esta ocasión, el pastelero belga Emmanuel Noiret. El brindis de medianoche, mirando el show de fuegos artificiales, será en la terraza.
No sólo habrá champaña, sino también las 12 uvas que, según la tradición española, se comen para que se cumpla lo anhelado para el año que parte. Ahí la celebración cerrará con una fiesta con bar abierto, que se montará en la terraza y también en su exclusivo piano bar. Un Dj pinchará buena música hasta eso de las 2 AM. Al día siguiente, se despertará con un brunch en el que habrá desde fruta fresca hasta distintas preparaciones con huevo.
Cerca de ahí, en el ondero hotel y restaurante Fauna también van a tirar la casa por la ventana para despedir el 2015. Como tiene una de las vistas más privilegiadas de todo el cerro Alegre, la demanda por su celebración es alta y por eso quedan pocos cupos. Puede tomar el programa de alojamiento y la cena o cualquiera de los dos por separado. El primero (desde US$ 1.000 la habitación para dos personas) considera dos noches de alojamiento, un cóctel de bienvenida con productos del mar, desayuno, un tour cultural por Valparaíso y late check out el viernes 1.
El programa no incluye la cena, pero reserve también ahí, porque para los pasajeros cuesta $ 70.000 ($ 100.000 es el precio general). Mejor si se asegura una mesa en la terraza, si no, el sector cerrado del restaurante también ofrece una vista increíble. ¿Qué preparará el chef esa noche? Varios platos marinos, como camarones apanados en panco y carpaccio de pulpo con caviar, y otros como curry de lentejas rojas y arroz basmati. Todos van maridados con vinos de viñas como Casas del Bosque.
¿Va con niños? También hay una opción para ellos ($ 50.000), con quiche lorraine, pollo crocante y bastones de papas fritas caseras. Las 12 se esperan en la terraza, con champaña y cotillón. Luego, podrá quedarse festejando en ese mismo espacio, eso sí, en un ambiente relajado y hasta las 2 AM, para respetar el descanso de los huéspedes.
Para los que aún no conocen el hotel Casa Higueras, en lo alto del cerro Alegre, la noche de Año Nuevo puede ser la ocasión perfecta. Desde sus terrazas podrá ver el esplendor de los fuegos artificiales del Puerto y, en su restaurante, probar un sinfín de delicias. Hay paquetes completos que incluyen dos noches de alojamiento, un paseo patrimonial guiado por los alrededores del hotel, la comida en el restaurante Montealegre, una fiesta hasta las 3 AM con bar abierto con música para todos los gustos, y un brunch para el 1 de enero.
El menú para la noche del 31 incluye varias exquisiteces, como un corte de wagyú a las brasas acompañado de tagliatelles trufados y morchellas, unos hongos comestibles que crecen silvestres en el sur. Eso, y un jamón de pato hecho en casa que va con quínoa crocante y emulsión de berries. Ojo, que si no quiere alojar en el hotel, puede ir sólo a cenar y a la fiesta ($ 160.000 p/p).
¿Prefiere alejarse del ajetreo de los turísticos cerros Concepción y Alegre? El emergente y tranquilo cerro Cárcel es una buena opción y a minutos de los dos mencionados. Ahí está desde hace algunos años Ultramar, el hotel boutique que conserva la preciosa fachada de ladrillos de la casona donde se instaló. Es de los pocos en el Puerto que tienen estacionamiento propio, además de una terraza desde la que se pueden apreciar hasta los fuegos de artificio de Concón. Su programa de Año Nuevo para dos personas cuesta desde $ 650.000.
Además de la noche de alojamiento en alguna de sus habitaciones de cielos altos, incluye una copa de champaña para brindar a medianoche, desayuno buffet y una cena con tartar de salmón, chupe de jaibas y una torta fría de merengue y lúcuma. Aquí no hay fiesta después de las 12, pero puede quedarse bebiendo una copa en la terraza. Y dependiendo de la disponibilidad, puede pedir late check out para la tarde del viernes.
Gastronomía y vista de lujo
Es uno de los hits de Año Nuevo en Viña del Mar: cenar en el Sheraton Miramar y ver los fuegos artificiales desde su terraza, una especie de barco que parece adentrarse en el agua. El 31 de diciembre todo partirá a eso de las 8 PM con un cóctel de bienvenida y la cena. Hay diferentes opciones para esta última: puede ser estilo buffet en los restaurantes Las Olas y María Luisa Bombal, en que habrá desde ensaladas y una estación con especialidades mexicanas -como tacos y burritos-, hasta ceviche y salmón curado.
Pero si quiere un menú para la ocasión, vaya al restaurante Travesía, con enormes ventanales para mirar el espectáculo ($ 299.000 p/p). ¿Qué probar ahí? No se pierda la langosta con emulsión de palta y frutas de la estación y la vidriola-pescado que sólo se encuentra en Juan Fernández- pochada en aceite de lemongrass, acompañada de puré de espárragos. De postre, chocolate en todas sus formas: ganache (crema espesa), polvillo y trozos enteros.
Todas las alternativas de cena incluyen aperitivo, vino, bebidas y café. ¿Algo más? Una copa de champaña para salir a la terraza justo a la medianoche y brindar. Al final, llega el baile en un salón decorado por los productores William Geisse y Karen Sommerfeld: un espacio plagado de círculos dorados y plateados. La música estará a cargo del Dj Javier Adaros, que pinchará canciones para todos los gustos, de los 80 y 90, y también hits más actuales.
Si quiere un panorama familiar y menos bullicioso que en otras partes de la V Región, vaya a la bahía de Concón. Ahí se encuentra Casadoca Hotel Boutique con un programa especial de tres días y dos noches (entre el 30 de diciembre y el 1 de enero), que cuesta desde $ 690.000, dependiendo de la habitación. Sólo tiene seis dormitorios, más jacuzzi privado y un acogedor restaurante que ofrecerá un menú especial para ese día y que está incluido en el valor.
Los festejos se iniciarán a las 6 PM del 31. A esa hora ofrecerán un aperitivo de pisco sour peruano o mojito maracuyá, más bocados de camarones y machas a la parmesana. ¿La cena? Una entrada con carpaccio de locos, pebre de palta y tomates cherry. El plato principal es un filete de res con bisquet de langosta y cebolla glaseada, acompañado de papas arrugadas. Todo se cocina en vivo por el chef del hotel, César Orias, desde las 9 PM. La mejor parte para los fanáticos de los dulces viene después, porque hay un buffet de postres hasta la 1 AM.
Para la medianoche, le entregarán una botella de espumoso Valdivieso Brut, además de algunas brochetas de frutas y chocolates de la casa, que podrá degustar mirando los fuegos artificiales de Concón.
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