Tiene 31 años y todavía no cumple un año a cargo de la cocina del Europeo, el tradicional restaurante de mantel largo de Av. Alonso de Córdova. Ahí comenzó su carrera hace cinco años junto a Carlos Meyer, el emblemático chef y primer dueño de ese restaurante. Con sus platos preparados con productos de temporada, escogidos con pinzas y audaz colorido, deleita a sus comensales.
Por Loreto Gatica.
¿Cuál ha sido la clave del éxito del Europeo?
Es difícil decirlo, pero creo que es una suma de cosas: el servicio rápido y atento, el uso de productos de temporada y el hecho de que hacemos todo como en casa. Acá elaboramos la pasta, el pan, la mostaza, los vinagres. Y para todo usamos técnicas de alta cocina, pero también desarrollamos esa de la vieja escuela, de cocciones largas, para jugar con texturas y sabores.
¿Cuál es el plato que siempre te repites ahí?
El tagliatelle trufado, que es una pasta de acá con yema confitada en aceite de ajo ($ 16.500). ¡Imbatible! No hemos podido sacar ese plato a pesar de que hemos cambiado cuatro veces la carta en ocho meses. La gente lo pide.
¿Tu picada favorita?
Val D’aosta, en Providencia (El Aguilucho, 3510). Es una trattoría atendida por sus propios dueños, que son italianos y hacen todo ahí. Son cinco o seis mesas, sencillo… El mejor italiano. Su pasta fresca con salsa de tomates frescos es increíble. También me gusta el ramen del Kíntaro (Monjitas 460), ese caldo asiático que es bien sabroso porque mezcla vegetal con carne de cerdo, que ahí tiene un sabor único, y viene con un huevo perfecto, de yema líquida.
¿Qué chefs jóvenes estás mirando?
Hay un grupo que se llama Rábano (www.rabanoscl.cl), que está recién partiendo después de viajar y pasar por el restaurante Boragó. Este jueves cocino con ellos (ver nota principal aquí).