En la ruta 5 Norte, a 40 km de Los Vilos, se ubica el restaurante de la Hacienda Huentelaquén, picada de carretera famosa por sus empanadas fritas y rellenas de queso ultra mantecoso. Son tan adictivas, que no podrás pedir solo una.

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No vale la pena viajar al norte en auto si no se hace una parada en el restaurante de la Hacienda Huentelauquén para recargar energías.

A la altura del km 260 de la Ruta 50 Norte, a 40 kms de Los Vilos, se encuentra este local donde se venden los quesos de vaca que la hacienda produce desde hace 60 años y con la misma receta.

Es un queso que de seguro has probado, famoso por su calidad, cremosidad y, especialmente, por ser el ingrediente principal de las empanadas fritas que, dese fines de los 90, convirtieron a este lugar en una imperdible picada de carretera.

No importa si vas o vienes desde el norte, que por ambos lados de la carretera puedes ingresar a este local de comida al paso, que tiene algunas mesas con quitasoles para sentarse y recargar energías para seguir el viaje.

En Huentelauquén la estrellas son sus empanadas ($ 1.800), fritas en el momento, de buen tamaño, color doradito y generosamente rellenas con este queso ultra mantecoso.

Si las probaste, ya sabes de qué estamos hablando. Si no, te aconsejamos pedir más de una unidad, porque son tan adictivas que de seguro una será insuficiente.

Y si te quedan gustando, puedes comprarlas también crudas y listas para freir y disfrutarlas en la casa.

Queso, papayas y paltas para llevar

Para acompañar las famosas empanadas de Huentelauquén, lo mejor es pedir también un néctar de papayas, que se cultivan en la misma hacienda, las que luego se cuecen y trituran.

Ese fruto también lo puedes pedir al jugo, en frascos de un kilo, perfectos para la hora del postre veraniego.

Aprovecha de llevar también el queso, que se elabora con leche pausterizada de las vacas criadas y alimentadas en la misma hacienda.

¿Algo más para sumar a la compra? Sí, las paltas, cultivadas en el valle del Choapa.

Ojo si vas en pleno verano, que en esa época hay filas para probar estas empanadas. Pero la espera vale la pena.