Por: Damaris Torres Fecha:16 Nov 2018

Food trucks y una enorme barra en el nuevo y estiloso Jardín Mallinkrodt Dardignac

Abrió hace sólo unas semanas en el patio interior de una casona del barrio Bellavista y, ahí, hay siete food trucks y una gran barra para ir a pasar las tardes comiendo rico y escuchando buena música. Simplemente imperdible.

Seguro ya conoces Jardín Mallinkrodt, esa terraza con food trucks que se inauguró hace dos años en un patio interior ubicado justamente en la calle que le da el nombre, Mallinkrodt, del barrio Bellavista.

Le fue tan bien a ese estiloso espacio que sus dueños, Álvaro Fosk, Tomás González y Charles Lemay, decidieron abrir un segundo a sólo unas cuadras: en Dardignac casi al llegar a Pío Nono.

Esta nueva terraza lleva por nombre Jardín Mallinkridt Dardignac (al lado de un salón Escape Room) y entrar ahí es como sentirte en Berlín.

Esto, porque en los 900 m2 de jardín (300 más que en el primero) hay paredes con enormes murales que fueron hechos por los artistas urbanos nacionales Cekis, Cony Lars y Matu. Además de varias pinturas colgadas en la zona de lounge -la única bajo techo- que distintos artistas instalan para exponer y vender.

Lo bueno de esta terraza es que puedes ir con grupos de amigos, con niños y perros (a ellos les dan agua y galletas), y siempre sentirás la comodidad de este sitio adornado con suculentas y que tiene música en vivo.

A lo anterior se suma que hay seis food trucks (aumentarán a ocho) que preparan desde comida nikkei hasta helados artesanales. Lo mismo con su enorme barra de cervezas y cocteles.

¿Qué pedir?

Hasta la mesa te llevarán la carta con todos los platos que ofrecen cada uno de los carritos ahí instalados.

Pero te vas a la segura si pides alguna preparación de Venice, que tiene hot dogs increíbles ($ 5.000) de salchichas artesanales, ultra sabrosas y más grandes de lo común, tienen 20 cm.

O prueba su “cheeseburger” ($ 6.000), que lleva carne de angus, doble queso americano derretido, cebolla asada, pepinillos, tomates, lechuga y una salsa de la casa súper rica. Todo en un pan de papa de ensueño.

Si prefieres los platos, tienes que pedir alguno de La Chabuca, de cocina peruana.

Por ejemplo, su “chicharrón de calamar” ($ 6.000) que son anillos de este molusco arrebozados y fritos, y que sirven listos para untar en salsa tártara y criolla que hacen en el momento.

Luego, sigue con un “arroz chaufa criollo” ($ 6.000) que es un arroz salteado con carne o pollo (tú eliges qué quieres), tortillas de huevo y verduras.

Degusta cualquiera de las preparaciones con alguno de las ocho tipos de cervezas artesanales que tienen, como un schop de Flanery’s ($ 4.100) que elabora el conocido bar irlandés del mismo nombre, o la botella de 330 cc de Hoegaarden white beer de Bélgica.

Ahora si prefieres un café, tienes que pedir en Nuna Coffee Shop que, además de tener buenos cafés, chocolates calientes y milk shakes de distintos sabores, como frutos del bosque, brownie y oreo, también tiene unas tortas alucinantes.

Esto, porque las traen de la cafetería Daniel’s Bakery, esa de inspiración gringa que está en Ñuñoa. Inigualable es su “carrot cake” ($3.900), un suave bizcocho de zanahorias, nueces y almendras, cubierto de un delicioso glaseado de queso crema.