Masala es el nuevo restaurante de comida india que trajo su oferta a la capital. Uno bien atípico que sus dueños denominan “virtual”, porque los chefs a cargo de las preparaciones itineran por diferentes cocinas de Santiago, donde preparan deliciosos platos que luego envían a domicilio.

Las de aquí son recetas tradicionales del norte de la India, que destacan por sus agradables y especiados sabores, una buena propuesta para los amantes del buen comer que no cuentan con demasiado tiempo o bien, buscan impresionar a sus amigos y familiares.

La carta de Masala incluye 15 platos entre entradas, fondos y postres, partiendo por sus deliciosas “samosas”, esas especies de empanaditas que en este caso vienen con harto relleno de verduras ($ 4.350). La caja trae cuatro, muy crujientes.

Entre los fondos, imperdible el “chicken tikka masala”, pollo adobado con mantequilla, especias y yogur con sésamo, acompañado de salsa masala, con tomate y cebolla ($ 8.700).

También, los “camarones tikka masala” ($ 8.700) o el “chicken palak”, trocitos de pollo en salsa de espinacas ($ 8.700).

Para los vegetarianos, una buena opción es “daal chana urdu”, lentejas con vegetales bien sazonadas y sabrosas, aunque sin perder su delicadeza ($ 7.950).

Como siempre, no está demás pedir “naan”, ese pan entre esponjoso y crujiente típico de la India ($ 1.650), o “arroz basmati” ($ 2.850); cualquiera de los dos son ideales para remojar en las sabrosas salsas de estas preparaciones.

De postre, puede ser el “gulag jamu”, con su característico sabor almibarado ($ 3.900) o algo más occidental, como un “cuatro leches de mango” ($ 3.900).

Lo mejor de todo es que en la web de Masala explican de manera sencilla lo que contiene cada preparación y hay varias ofertas de menús.