Por Loreto Gatica
Taller detox con Chirimoya Alegre | Belén Dussauba estudió en Living Light Culinary Institute, EE.UU., y es instructora de raw food, la dieta que consiste en comer alimentos crudos esenciales para desintoxicar el cuerpo. Ella hace talleres de desintoxicación, con recetas y opciones de recetas crudiveganas, no sólo de jugos. El próximo es el sábado 12 de noviembre, entre las 11 AM y las 2 PM, en un lugar por definir ($ 35.000) Algunas de sus recetas las encuentra en www.chirimoyalegre.cl.
Taller detox con Rodolfo Neira | En su casa de La Reina, el dueño de Al Grano imparte talleres donde enseña lo que es la “alimentación consciente”, el concepto que promueve que cada uno se haga cargo de comer opciones sanas, como por ejemplo no procesadas y con mayor énfasis en frutas y verduras. El próximo es el 1 de octubre, de 10.30 AM a 2 PM, en su casa y cuesta $ 30.000. Para inscribirse hay que mandar un mail a centroananya@gmail.com. Antes de la clase, le enviará un PDF con recetas para que sepa qué se va a preparar ahí.
Rodolfo Neira, socio de Al Grano | El médico internista de la U. de Chile y wellness health coach da sus sugerencias para desintoxicarse y optar por un estilo de vida más feliz y saludable.
—¿Cuál es el efecto dieciochero en nuestro organismo?
—Pueden ser al menos tres kilos extras por la cantidad de alcohol y grasas saturadas que se ingirieron. Lo grave de eso es que el organismo empieza a perder el equilibrio, el hígado paga el pato y andamos más lentos, cansados, mal genio.
—¿Cómo tiene que ser un plan de detox correcto?
—Lo ideal es que sea una forma de vida, que elijamos qué comemos. No pasa nada si nos damos un “atracón” de torta episódicamente, pero ocurre exactamente lo contrario: la regla es alimentarse mal y lo episódico es tomarse un zumo al día. Tampoco podemos tomar sólo jugo de un día para otro, porque genera un desbalance desde el punto de vista orgánico (duele la cabeza, por ejemplo). Todo proceso detox debe ser guiado por un especialista y debe durar mínimo de siete a 10 días.
—En sus talleres habla de “nutrición consciente”. ¿De qué se trata?
—Es elegir qué comer, no por una moda o dieta, sino porque a mí me hace sentido. Soy yo quien quiero estar sano, porque entiendo que no depende de nadie más.
—¿Se puede comer sano y rico?
—¡Claro! Al principio hay una deuda del sabor; todos los alimentos procesados te provocan una explosión en la boca y eso genera adicción. Pero una vez que te acostumbras a comer sano, la experiencia es otra. Para eso hay locales que están tomándose en serio el apostar por sabores. Si no fueran ricos esos platos, ¡no duraríamos nada!