16 ideas para celebrar el Dia de los Enamorados
Aunque muchos le hacen el quite a festejarlo, varios no resisten la presión. Acá, algunas sugerencias para no caer en los clichés: los chocolates, las flores y los peluches.
Si antes eran sólo los enamorados los que se entregaban regalos empalagosos, ahora cualquiera recibe un gesto de “amor” cada 14 de febrero. En la calle se regalan flores, besos de promotoras y pequeñas golosinas. Así como cambió esa costumbre, cambió también el obsequio. Ya no son sólo objetos los que se entregan los amantes, sino experiencias. Y mientras más original, más valorada. Por algo hoy existen paseos en globos aerostáticos para el Día de San Valentín, además de caminatas out-door y escapadas imprevistas a una playa. Acá, algunas ideas para no perderse en un mar de clichés.
Para comenzar el día
Parta con un buen desayuno, si decidió celebrar junto a su pareja sólo a esta hora del día el 14 de febrero. El del Quínoa, el restaurante de Luis Pasteur, por primera vez no está cerrado este mes y tiene un contundente brunch ($ 7.900 p/p), que incluye yogur natural con granola más fruta o miel.
Eso, además de pan integral amasado en el mismo lugar, con palta, mantequilla y mermelada casera. Los omelettes son hechos con huevos de gallina feliz (alimentada sólo con granos), y los muffins pueden ser de arándanos o de frambuesa. Siéntese bajo el parrón, en la terraza, que es fresca, y podrá escuchar el sonido de los pájaros.
El punto fuerte de Tea Connection es el té en hebras. Viene incluido en el brunch que se puede pedir durante todo el día; cuesta $ 25.000, es para dos y trae dos bagels caseros con salmón ahumado, tostadas, frutas, dos tortas a elección (pruebe la de chocolate, de textura suave y un dejo más bitter) y aguas saborizadas. Si no quiere té, se lo cambian por un café de grano. El refill de ambas infusiones es gratis.
Si está veraneando en la V Región, el Sheraton Miramar es un buen lugar para disfrutar del desayuno con vista al mar en el primer piso del hotel. Se trata de una opción de buffet que cuesta $ 8.000 y que se sirve entre las 6.30 AM y las 11 AM. Incluye espumantes, café, té, jugos, distintas variedades de pan, jamón, queso, fruta de la estación, salmón y distintos tipos de pasteles.
Escapadas románticas
El Hotel Ismael 312 tiene aún habitaciones en su espacio boutique para celebrar esta fecha. Está frente al Parque Forestal y a pasos del barrio Lastarria, lo que invita a cualquiera a salir de la rutina. Reserve ya si quiere aprovechar la promoción para este fin de semana, que cuesta US$ 165 e incluye una pieza con vista al parque, botella de espumante, desayuno que incluye frutas, sándwiches y pequeñas masitas francesas. Pídalo en la terraza para tener una vista diferente.
La cena también está incluida, tanto el viernes como el sábado. Como este lugar no tiene restaurante, el menú de cinco tiempo se sirve en Casa Lastarria, cerca de ahí, en el bulevar Lastarria.
En la zona oriente, la alternativa es el Radisson Petra La Dehesa, con un pack sin cena ($ 89.900) que contempla la habitación, un cóctel de bienvenida, una botella de espumante, bombones, un ramo de rosas y el desayuno. Por la demanda, sólo quedan cupos para entrar el viernes a las 3 AM y salir el mismo 14 de febrero a las 6 de la tarde.
Otro de los que ofrecen un paquete completo es el Grand Hyatt Hotel, que puede hacerse efectivo a partir de las 2 PM del sábado y que contempla la habitación “Grand View King”, con vista a la cordillera. El pack incluye una botella de espumante a la habitación, desayuno buffet en el restaurante Senso y una cena que puede ser en ese mismo restaurante o en el Matsuri.
Si elige este último, se encontrará con platos de inspiración, como un tataki, que es una forma de preparar la carne apenas pasada por el sartén para que quede crocante. Importantísimo es que el check out también es tarde, a las 3 PM, para aprovechar las instalaciones del lugar, como la piscina y el sauna. Cuesta $ 199.900 por pareja más IVA.
Amor gourmet
Ostras, una botella de espumante y jazz en vivo es la alternativa a partir de las 6 PM en The Ritz-Bar del Hotel The Ritz-Carlton. La ventaja es que acá podrá cenar en pareja en un ambiente más íntimo que el de un restaurante convencional, porque abundan los sillones. El precio, además, es adecuado para los que quieren pasar un buen rato sin gastar demasiado ($ 18.000).
Si elige ir al Silvestre Bistró, reserve ya, porque es un espacio pequeño, con buena terraza donde se come bien. Está en la Factoría Tegualda, en el corazón del barrio Italia, y en San Valentín cambiarán sus menús de almuerzo a $ 4.900 por una cena de cinco tiempos preparada por el dueño, Néstor Ayala, y el francés Michel Jonathan. Incluye delicias como chuletas de cordero, puré de papa camote y postres como helados de frutos rojos con manjar blanco ($ 36.000 p/p). Lleve su botella de vino, que no se cobra por el descorche.
D.O., el restaurante del premiado chef Juan Morales, es otro lugar donde debe reservar para probar el menú de seis tiempos con preparaciones que rescatan ingredientes chilenos como la ensalada de centolla o un filete de vacuno con piñones, espinacas y queso de cabra. Cuesta $ 35.000 con un maridaje con vinos de viña Aresti.
Por último, está el Hotel Noi, que en su restaurante Territorio tiene preparada una cena de cinco tiempos ($ 70.000) que propone alternativas diferenciadas de plato de fondo, como entrañas con papas bravas para él y atún con ratatouille (verduras guisadas) para ella. Incluye maridajes con espumante de la casa y una copa de vino.
De picnic
Bajo la sombra de los ciruelos que se encuentran en un jardín de 100 m de largo se puede hacer un picnic este sábado en House Casa del Vino, el restaurante, tienda y bodega, ubicado en el km 61 de la Ruta 68. Ahí le entregarán una canasta con dos brochetas de antipasto, dos panes ciabatta -uno de salmón ahumado y otro de jamón serrano-, una pannacota, un brownie, agua mineral y chocolates. Eso, además de copas para disfrutar de una botella de espumante ($ 28.000).
En la misma línea, Casas del Bosque, la viña ubicada a 70 km de Santiago, también por la Ruta 68, ofrece distintos rutas de picnic. Puede ser en el tranque Los Olivos o en algún mirador. La canasta que recibirá por $ 22.000 trae dos copas y una botella de vino reserva a elección, frutos secos y sándwiches de prosciutto, rúcula, ricotta y olivas. La mantita también está incluida. Se retira en el Wine Shop, la tienda ubicada a un costado del restaurante, y es mejor reservarla desde hoy para no encontrarse con sorpresas mañana.
Romance al aire libre
Hay parejas que se aburren en un restaurante o en una sala de cine. Lo de ellos es estar al aire libre. Bicipaseos Patrimoniales organizó para mañana, a las 7 PM, un recorrido en bicicleta que pasará por lugares que recuerdan amores y desamores que tuvieron como telón de fondo la ciudad. ¿Un par de ejemplos? El tour irá a Agustinas con Ahumada, donde estaba el hotel Crillón, ese donde la escritora María Luisa Bombal le disparó a su amante, Eulogio Sánchez, por su infidelidad. También al Parque Bustamante, donde hablarán de las diferentes formas de amor y de la obra de Pedro Lemebel.
El punto de partida estará en la Plaza Italia, y el de término, en el puente peatonal Racamalac, el que conecta Av. Andrés Bello con Av. Santa María, a la altura de Av. Salvador. Si quiere participar, no es necesario inscribirse, sino llegar directamente.
Sentarse en una fresca terraza, rodeada de cerros precordilleranos, escuchar historias griegas sobre constelaciones y después mirar las estrellas gracias a cuatro poderosos telescopios es lo que propone para esta noche y la del sábado el restaurante-observatorio Pailalén, en el Cajón del Maipo. Todo comienza a las 9 PM, con una cena que incluye cóctel de salmón ahumado, bruschetta caprese, uvas y quesos. El plato principal será una corvina con puré de arvejas a la menta y al jamón serrano. Como postre, pavlova -parecido a la torta de merengue- de berries, acompañada de helado de frutilla y albahaca. Habrá un regalo sorpresa que permitirá a las parejas crear sus propias constelaciones de estrellas.
Lo más extremo dentro de las propuestas es, sin duda, volar en globo aerostático. Para algunos es adrenalínico y, para otros, relajante. Como sea, tiene aseguradas vistas increíbles desde 500 metros de altura. Entre a www.globoaventura.cl y contrate un paseo de 60 minutos para usted y su pareja. Los paseos son a las 10 AM o en la tarde, cerca de las 7.30 PM, porque son las horas en las que hay menos viento y el vuelo es más seguro.
Al globo se sube en la cancha de golf de Huinganal, ubicada entre Olmué y Limache, y éste despega -siempre acompañado de un piloto experto- hacia Olmué, para ver desde ahí la Cordillera de la Costa y Viña del Mar.
El descenso no se hace en un lugar específico, porque el globo viaja según el viento y aterriza en el lugar más apropiado para el piloto. Pero como lo sigue un equipo terrestre, donde sea que aterrice lo trasladarán al punto de partida. Es una aventura exclusiva, que cuesta $ 580.000 e incluye un cóctel final, con espumante y bocadillos, para relajarse y comentar la experiencia.
Si un spa para dos a puertas cerradas es una buena alternativa, disfrutar de un baño en una tina de hidromasaje al aire libre, mejor aún. Eso ofrece el Pichilemu Surf Hostel, que tiene dos tinas calientes salinizadas para disfrutar en una terraza con vista al mar. Las puede usar cualquiera ($ 10.000 la hora), no sólo los huéspedes, pero es mejor reservar por lo menos una hora antes. Para ponerse el traje de baño, hay un camarín a su disposición en el hostal. Ahí mismo, en el restaurante del lugar, pida una botella de espumante ($ 15.000) con dos copas y llévesela a la terraza para completar el panorama.
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