Estos días se le puede encontrar sobre el escenario de Mori Parque Arauco como protagonista de Le Prenom, una comedia que ella define como “fina y muy contemporánea”. Para pasear, la actriz recomienda el Parque Araucano, y para comer, los erizos del Miraolas y los platos chilenos de Juan y Medio.

Por Evelyn Briceño O.

El restaurante que nunca queda al debe: “Miraolas (Av. Vitacura 4171) y Quínoa (Luis Pasteur 5393). El primero me encanta, porque no tiene pretensiones, es clásico. Ahí están los mejores erizos, vinos y atención del mundo. Y el Quínoa, porque tiene el estilo que me gusta para alimentarme: platos exquisitos, vegetarianos -aunque no soy vegetariana-, hechos con amor y que siempre tienen una base de lechuga, que para mí es básica”.

Una buena disquería: “No voy mucho a disquerías, compro todo por iTunes. Lo último que descargué ahí es el disco Picture you staring, de Tops, y Otherness, de Kindness. Pero en un anticuario de Av. Italia compré hace poco unos vinilos de regalo para mi pololo. Uno era de Sade”.

¿Cuál es la serie que no hay que perderse? “No veo series, no me concentro. Necesito meterme al cine para concentrarme. Pero empezaré a ver un programa que me recomendaron: Chef’s Table, de Netflix. En cada capítulo entrevistan a un famoso chef y muestran más que su trabajo, su forma de vivir. Al parecer, muy conmovedor”.

¿A qué parque ir a pasear? “¡Me encantan los parques! El Araucano está buenísimo. Tiene skatepark, juegos para niños, mucho pasto para tenderse, espacio para hacer ejercicio y, al medio, restaurantes que no he visitado, aunque sí fui a Selva Viva con mi hija. El Bicentenario también es entretenido. Y por supuesto el Forestal, al lado del Bellas Artes y de miles de cafés. Me gusta que la gente esté ocupando los espacios públicos, usando bicis, haciendo ejercicio”.

¿El mejor lugar para una escapada de finde? “Cachagua, porque ahí viven mis abuelos y mi papá. Con mi pololo también vamos a Vichuquén y siempre pasamos a Llico, a un restaurante que se llama Miramar (Carrera Pinto 48). Ahí, lo mejor son sus pejerreyes fritos. Y en el camino, un clásico de carretera: Juan y Medio (Ruta 5 Sur, km 109), para disfrutar con unos platos chilenos gigantescos y exquisitos”.