En 2012 se estrenó una telenovela que causaría conmoción primero en su país de origen (Brasil), y luego en otros como Chile, audiencias gigantes que la transformaron en una de las teleseries brasileñas más vistas de la historia. Es Avenida Brasil, que este lunes 3 de septiembre, a las 4.40 PM, vuelve a las pantallas chilenas, a través de Mega.

La producción —que ya se había dado por Canal 13 hace cinco años— cuenta la historia de Rita (la actriz Débora Falabella), quien a los seis años es abandonada por su madrastra Carminha (Adriana Estéves) en un vertedero.

Este último personaje se transformó en un ícono y Carmen Lucía, el nombre completo de la villana, fue bautizada como “la más mala de las malas” por los medios brasileños.

Aquí, tres razones de por qué amamos y odiamos, todo a la vez, a este ser ficticio que, luego del reestreno de Avenida Brasil, volverá a ser foco de las conversaciones triviales.

La actriz

Adriana Estéves, la actriz detrás de Carminha, es simplemente brillante. Consigue hacer de esta malvada un personaje creíble y querible. Sí, querible, a pesar de su maldad.

Su abanico de emociones es amplio y perfecto, pudiendo desarrollar la bipolaridad de Carmen Lucía sin problemas. Un torbellino actoral que alcanzó su cúspide en Avenida Brasil, donde hizo su primer rol de mala y deslumbró.

Mala/buena

Carminha es tan manipuladora y cambiante que esconde bien sus reales sentimientos e intenciones. Pero incluso cuando los muestra y se deja ver como una sádica/ambiciosa, produce algo que pocos malvados de ficción logran: que uno se ponga de parte de ellos.

Para los que no han visto la telenovela, y sin ánimo de spoilear, se puede decir que, si bien los televidentes tienen claro que ella es la mala, a veces da la sensación de ser la víctima, sobre todo porque otros personajes desatan su ira contra Carminha.

Más allá de Avenida Brasil

Es raro recordar el nombre y la apariencia de los personajes de una telenovela (menos de los villanos), pero para los fans de Avenida Brasil la cara y los gestos de Carminha son imborrables.

Su fama creció más allá de los límites de la producción y hasta existe un par de cuentas homenaje en Twitter, donde sus fanáticos dan rienda suelta a sus propias pequeñas “maldades”.

Hasta sus insultos se recuerdan, como cuando le hace bullying a su hija con sobrepeso, o cuando le dice a Rita “enana desnutrida con cara de ardilla”. ¡Memorable!