Deben ser pocos los chilenos que no saben quién era Juan Carlos Avatte, el fabricante de pelucas que alcanzó fama en los 80 por surtir al ambiente artístico nacional y por ser un amante de las fiestas a todo trapo.
Es en su figura que se centra el documental Il Siciliano, que se estrena este jueves 28 en varias salas a lo largo de Chile.
Vale la pena ir a verlo a lugares como el Teatro Condell (Valparaíso), la Cineteca Nacional, en Santiago, o el Teatro Centro de Extensión U. Católica del Maule, en Talca, porque antes de morir -en 2017- este inmigrante italiano dejó que los directores Carolina Adriazola, José Luis Sepúlveda y Claudio Pizarro se adentraran en su día a día.
Así, vemos cómo a Avatte le encanta armar fiestas interminables -llenas de dobles de famosos y de vedettes- como una forma de demostrar vigencia, una que se derrumba cuando la juerga termina y vuelve a su cotidiana soledad.
La bohemia de los 80
Los directores de Il Siciliano cuentan que la personalidad de Avatte fue lo que más les atrajo para armar el filme. “Desde joven él recorrió Chile en busca de pelos. Así forjó su pequeño imperio, alcanzando su máximo esplendor en la década de los 80. Era como un hombre de otra época. Quizá el último eslabón de una bohemia prácticamente extinta”, dicen.
Agregan que el empresario era amigo de artistas, cantantes de boite, bailarinas de cabaret, travestis, detectives, prostitutas y lanzas internacionales. “Su mundo era diverso y plural. Eso lo transformaba en una suerte de rey de una corte estrafalaria. Su personalidad y el mundo que lo rodeaba fue lo que nos sedujo”, comentan.
Lo más interesante es que el protagonista se involucró en el proyecto, abriendo las puertas de su intimidad porque sabía que iba a morir y que, por lo tanto, no tenía nada que perder.
Ojo, que la cinta ganó como Mejor Largometraje Nacional en el Festival Internacional de Cine de Chiloé.
PROGRAMACIÓN COMPLETA: Miradoc.cl.
EDAD: Mayores de 14 años.