Por: Damaris Torres Fecha:7 Ene 2019

Casa Panguipulli: el hotel con una hermosa vista al volcán Choshuenco

Está ubicado justo encima de una loma con increíble vista al lago y al centro de esta ciudad. Este hotel boutique de sólo siete habitaciones encanta desde su entrada y acá te contamos por qué.

Está ubicado justo encima de una loma con increíble vista al lago y al centro de esta ciudad. Este hotel boutique de sólo siete habitaciones encanta desde su entrada y acá te contamos por qué.

Desde cada una de las enormes ventanas de las siete habitaciones que tiene el Hotel Casa Panguipulli, tendrás vista a los volcanes Villarrica y Choshuenco, y al lago que le da el nombre a la ciudad.

Una maravilla de tres hectáreas que se inauguró el año 2012 y que fue construida por el arquitecto Tomás García de la Huerta, siguiendo las líneas de una colina ubicada en Camino a Chauquen km 1,5, a sólo 15 minutos en auto desde el centro y por una hermosa arboleda.

Los dueños son los mismos de Casa Zapallar, el matrimonio de Francisco Piriz y Carolina García de la Huerta, y hospedarse ahí cuesta desde $ 113.000 la noche + IVA en temporada baja (con desayuno incluido). El precio lo vale, porque el diseño del lugar -que juega entre lo clásico y moderno- es una belleza inspirada en la cultura de la zona.

Por ejemplo, tiene alfombras de lana de oveja hechas por artesanas, muebles de madera que construyeron locales de Panguipulli y telares mapuche colgando de las paredes.

Para qué hablar de su cocina. Ahí todo lo que se hace es del día, casero y orgánico: te podrán tocar pescados frescos, pastas hechas en el momento o carnes bien jugosas que se sirven acompañadas de copas de vino o jugos naturales.

Mejor si te sientas cerca de la chimenea a tomar un aperitivo mientras ves el atardecer en uno de sus ventanales. Es un lujo.

Una vista increíble

Casa Panguipulli tiene dos terrazas con vista a la ciudad, al lago y a los volcanes, como ya se mencionaba, y que miran, además, a enormes y verdes prados con árboles frutales y animales dando vueltas libremente, entre ellos gallinas y ovejas.

Cada una de ellas tiene parrillas que pueden usar los pasajeros a su gusto (previa reserva y mínimo ocho comensales) y cómodos sillones.

Asimismo, tiene una piscina de borde infinito que coincide con los colores del lago, por lo tanto pareciera que se mezclara el agua de la pileta con la del afluente.