Float
Esto no es una piscina cualquiera, sino que el primer centro de flotación chileno, Float,que abrió en un edificio de Av. Kennedy (cerca de Gerónimo de Alderete).
En este encontrarás tres cámaras de flotación con agua a 36 C° y 350 kilos de sales de Epsom o sulfato de magnesio. Todo, para que al introducirte puedas flotar tal como si estuvieras en el Mar Muerto.
Es ultra relajante, porque además los harás bajo techo, con luz tenue y música muy suave, para que alcances un descanso similar a dormir por tres días.
Por supuesto que eso alivia el estrés, mejora los problemas del sueño e, incluso, ayuda a los deportistas de alto rendimiento a sanar sus lesiones más rápido.
Para asistir tienes que reservar una hora antes ($ 40.000 los 60 minutos) y elegir si quieres una cámara abierta o cerrada. ¿Lo mejor? Ahí lograrás olvidarte completamente de la rutina.
Encuentras más detalles en esta nota.
Sala de ira
Rage room o sala de ira, ese es el nombre de este espacio que acaba de abrir y que consiste en habitaciones diseñadas especialmente para que el pública que asista pueda romper cosas, como televisores y platos. Todo, para eliminar tensiones.
Antes de entrar te deberás vestir con un traje de seguridad que incluye un overol, guantes, punteras (protecciones para los pies), antiparras y casco con visor. Después tendrás que elegir entre un diablito y un martillo para usar, y por último, la música que quieres que suene mientras destruyes todo.
Ojo, la experiencia dura sólo 15 minutos, pero ese tiempo basta para terminar más tranquilo que nunca.
Más información la encuentras en esta nota.
Lucid Dreams
Es el primer centro de realidad virtual en Chile. ¿Su nombre? Lucid Dreams. Lo encuentras en el segundo piso del Edificio Isidora 3000, en Isidora Goyenechea, y para ir tienes que inscribirte antes en su sitio web y reservar con el número exacto de personas con las que irás.
Ahí podrás elegir entre tres experiencias, una en que buscarás un tesoro de una antigua civilización, otra en que compites en equipos y, por último, una caza de zombies.
En esta última, por ejemplo, te vestirán con un traje con más de 30 sensores para que -mientras te mueves en los 180 m2 de sala- sientas como si estos “monstruos” te atacaran realmente.
Ojo, lo pasarás tan bien que, seguro, te sentirás más liviano y relajado después de terminarlo.