Por Evelyn Briceño

El ex La Ley y actual baterista de Día Cero tocará con su nueva banda pop el 14 de octubre en la Blondie. Tiene datos de aquí y de México, donde vive.

—¿Una picada ideal para este 18? 
—“Desde los primeros años de La Ley que voy siempre a El Caramaño (Purísima 257). En esa época ensayábamos por ahí cerca y luego pasábamos por una cazuela o una plateada con ensalada chilena y ají verde, que aún son mis favoritos”.

—¿Vino o pisco para brindar este 18? 
—“Un buen vino ¡no lo cambio por nada! Sobre todo un blanco, bien seco, del valle de Casablanca. Los más ricos los tomo en casa de mi vieja, que compra en las botillerías de su barrio. La de Monseñor Edwards con La Cañada no falla”.

—¿A qué otro baterista chileno prestarle atención? 
—“Hay muchos muy buenos, como Cote Foncea, de Lucybell, o Cristóbal Orozco, de la banda de rock Octopus. Y cómo no nombrar a un clásico: Tilo González, de Congreso, que este fin de semana estará en la Fonda Permanente, en el Hipódromo Chile”.

—¿Discos imperdibles de este año? 
—“Los últimos de Lucybell, Magnético, y Saiko, Lengua muerta. Son los mejores lanzamientos de este año, de dos bandas que siempre me han gustado. Están en Spotify y iTunes”.

—¿Y una tienda de instrumentos? 
—“Promusic (Av. Salvador 2536). Ahora, si lo tuyo es la batería, la mejor es Drumdealer (Alameda 108, local 144), que además trae las que yo uso, Yamaha”.

—Vives hace más de 20 años en México. ¿Qué hay que conocer de allá? 
—“En Ciudad de México hay que ir al club El Imperial (Alvaro Obregón 293). Es una especie de CBGB —el club neoyorquino en que partió su carrera Blondie—, donde he visto a las mejores bandas de allá y a otras extranjeras, como Crystal Castles”.