A fines del siglo XIX, un puñado de artistas quiso reflejar en sus obras la luz natural de una escena, la cotidianidad de su entorno y la realidad por sobre las reglas. Así nació el impresionismo, uno de los movimientos artísticos más influyentes y que dio a luz obras reconocidas y reproducidas hasta el hartazgo, como Moulin de la Galette, de Renoir, considerada “la pintura más bella del siglo XIX”.

Esta mañana puede maravillarse con varias otras en Los Impresionistas, la exposición que, hasta el 24 de mayo, se está montando en el Centro Cultural de Las Condes. Lo que verá son 101 obras -entre grabados, dibujos y pasteles- de artistas del impresionismo europeo, como Manet, Renoir y Toulouse Lautrec. Puede recorrerla con las visitas guiadas y también llevar a los niños, porque para ellos hay talleres. Eso sí, todo con inscripción previa.