Pasaron 15 años para que viéramos de nuevo en acción a Eglantina Morrison, el alter ego del actor Patricio Torres.

La diva de la TV de los 80 y 90 vuelve a la cartelera teatral con la obra Eglantina, una vieja fantástica, que está en cartelera en el Centro Cultural San Ginés hasta octubre.

Es ella misma quien nos cuenta de qué se trata el montaje y qué ha sido de su vida.

—Para los que no saben, ¿de dónde viene Eglantina Morrison?

“Comencé como actriz de radioteatro. De ahí pasé a las tablas y luego a la televisión, donde me convertí en la villana más importante de la TV chilena”.

—Pero te fuiste un largo rato. ¿En qué estuvo Eglantina todos estos años?

“Estuve perdida en una isla paradisíaca, después del paso de un tsunami, con un negro que solía aparecer en WhatsApp”.

—Y Blanca María, ¿qué fue de ella?

“Esa es una historia superada, que ya se resolvió. Los tiempos cambian y las historias también. Ahora soy una estrella internacional y en esta ocasión me toca ser anfitriona de un matrimonio muy importante. Desde ahí se desarrolla la historia en que estamos en este minuto”.

—Cuéntanos un poco más de esta nueva obra.

“En la historia me encuentro con una novia que no se quiere casar. Entonces, trato de ayudarla a mi manera, dándole tips y recomendaciones que tienen que ver con el movimiento feminista actual. Me siento la abanderada del feminismo en este país y en el mundo entero. Estoy en una cruzada feminista”.

—¿Por qué ir a ver este montaje?

“Porque las mujeres pueden seguir aprendiendo de mí, siempre a favor del empoderamiento de la mujer”.

—¿Qué otras Eglantinas hay en el Chile de hoy?

“Por el momento no vislumbro otra. La única, indiscutida e irrepetible, es Eglantina Morrison”.

—¿Es el teatro lo que más te gusta por estos días o extrañas la TV?

“Me gusta aparecer. Donde sea que pueda ser la estrella máxima del espectáculo, ahí estaré, en el cine, la TV, el teatro”.

De frases, collares y telenovelas

—¿Cuál es tu frase favorita, de las muchas que hiciste famosas?

“Las sigo manteniendo. Cada vez que tengo la posibilidad de hacer un verso, me sale sin mayor esfuerzo, si no hubiera querido no hubiera podido, de nuevo cara de hueo”.

—¿Dónde compras tus famosos collares de perlas?

“Esos son regalos de jeques árabes, de ex maridos millonarios. Siempre pido como regalo un collar de perlas. Es la prueba de amor más importante”.

—¿Dónde te gusta ir a pasear?

“A las tiendas caras. Ese es mi mundo. A lo mejor a veces no tengo plata, pero me consigo. A esta leoncita nunca le va a faltar un bistequito”.

—¿Algún restaurante favorito?

“Sigo siendo carnívora, me gusta la carne a la inglesa, bien cruda. Y que me sorprendan, que quien invite elija el restaurante, siete tenedores mínimo, eso sí. Si no me gusta, me doy media vuelta y me voy”.

—¿Una telenovela actual que te atrape?

“Todas me cargan, porque son comedias. Me gusta ser mala, lo más mala posible. Donde haya maldad, ahí estoy. No puedo hacer de buena. Me lo han propuesto y no lo soporto. En alguna de las teleseries que hice en el Jappening hacía de buena, pero me rebelaba y terminaba siendo mala igual”.